El Regimiento Caupolicán
La segunda quincena se presenta mucho más auspiciosa, porque los festejos patrios tendrán una extensión poco habitual.La base de operaciones, estuvo centrada en el regimiento y su personal fue vital.
Valdivia, todavía recuerda con nostalgia al Regimiento Caupolicán, que avecindado aquí por muchos años tejió una historia maravillosa con las miles de personas que a él sirvieron. Aprendieron a querer la patria, a formarse como ciudadanos y contribuyeron como lo dicen las frases de nuestro himno nacional " a las artes, la industria y la paz".
Con motivo de la guerra de 1879, se formó el Batallón Caupolicán. Entre sus acciones heroicas, sus 300 hombres se apoderaron del fuerte Julia Rosa, defendido por 700 peruanos. Disuelto después del conflicto, es el presidente Balmaceda, quien lo vuelve a formar, pero luego es nuevamente disuelto.
Nace finalmente en Lautaro como Regimiento Caupolicán, en 1906 y es en 1909 que fue trasladado a Valdivia, bajo las órdenes del mayor Luis Montt Carrera.
Para la década de los años cuarenta, del siglo pasado, se construyeron los edificios para albergar al regimiento con la mayor amplitud y comodidad. Le correspondió al arquitecto José Cabello Cerda, su diseño. De su obra estaba orgulloso pues para esos años era algo monumental.
El Regimiento Caupolicán aportó a la ciudad en los ámbitos sociales, deportivos y culturales dejando una huella fecunda. Fueron entre otras actividades, los pioneros en realizar en Pirehueico una exploración con miras al camino terrestre por el paso Hua-Hum. La tarea más abnegada llegaría en el año 1960.
En efecto, ocurrido el sismo, el presidente Alessandri nombró como jefe de la zona de emergencia al general valdiviano Alfonso Cañas Ruiz-Tagle, lo que puso sobre sus hombros una tarea que nadie hubiese deseado por la magnitud de la tragedia. La base de operaciones, estuvo centrada en el regimiento y su personal fue vital para la superación de las emergencias que se dilataron a consecuencia del desborde del Riñihue. Además tuvo a su cargo el almacenamiento y distribución de la generosa ayuda internacional.
Hoy las instalaciones son ocupadas por el Regimiento Membrillar, el cuartel general de la III División de Ejército y el campo militar lleva el nombre del General Alfonso Cañas Ruiz-Tagle. Ya retirado y prestigiado por su obra, don Alfonso postuló como candidato a diputado, pero la gratitud no se lleva bien con la política.