Agro enfrenta falta de trabajadores
Desde 2010 el sector ha visto una baja en la cantidad de operarios temporales. La situación es un desafío para la región.
Un estudio publicado hace pocos días por Odepa (Oficina de Estudios y Políticas Agrarias) señala que la próxima temporada agrícola estará marcada críticamente por la falta de trabajadores, especialmente en el área frutícola, donde el déficit podría llegar hasta a 113 mil plazas sin ocupar, dependiendo de los niveles de productividad.
La situación ya fue seria en 2013 en el área entre Atacama y Los Lagos, afectando en nuestra zona especialmente a la producción de arándanos. Para 2014 el panorama se proyecta en forma más o menos similar, considerando que las cifras hablan de prácticamente pleno empleo estacional en el rubro, de aumento en la producción y en la cantidad de hectáreas plantadas; pero de una baja general de 2,24% registrada desde 2010 entre los trabajadores asalariados agrícolas del país. En otras palabras, la cantidad de personas disponibles para trabajar, no alcanzan a cubrir la demanda de un sector en crecimiento y cambio.
Esta realidad es particularmente grave en la zona central, pero la tendencia se repite en Los Ríos, porque aquí también existe una alta migración hacia las áreas urbanas y también un éxodo de trabajadores hacia la zona norte, donde las mineras ofrecen mejores condiciones laborales y de salarios.
Para enfrentar esta realidad que Odepa ha dejado en evidencia y que amenaza a la industria agrícola, hay varias alternativas. Una de ellas es permitir una mayor contratación de personal temporal extranjero; otra es apoyar a los productores para tecnologizar más sus sistemas y aumentar la productividad, haciendo más atractivas las ganancias de los operarios; además de hacer más atractiva la labor en el campo otorgando mejores sueldos, espacios y algunos beneficios den largo plazo como la capacitación, que permita fidelizar a los equipos de un año hacia otro.
Sin duda se trata de un escenario complejo, pero también de una oportunidad para que el sector en su conjunto revise sus fórmulas de trabajo y dé un salto hacia hacerlas más atractivas o vinculantes, por ejemplo, con los liceos técnico profesionales.
El tema es particularmente importante en Los Ríos, que sufre de una gran fuga de talentos y necesita mejorar en general las condiciones laborales que ofrece.