Petición de justicia marcó ayer funeral de vecino en Lago Ranco
bombero insigne. Alberto Díaz Díaz (73) era un destacado bombero, albañil, militante del Partido Comunista y además miembro de una iglesia evangélica.
Con dolor, lágrimas y también aplausos fue despedido ayer Alberto Díaz Díaz (73), un destacado vecino de Lago Ranco, que en vida destacó como bombero de la Primera Compañía Manuel Rodríguez, militante del Partido Comunista, miembro de la iglesia evangélica Misión en Chile y un albañil que se había ganado el reconocimiento construyendo las tumbas en el cementerio de la comuna.
Su inesperada muerte, sin embargo, a causa de un accidente de tránsito al ser atropellado el pasado sábado, tiene indignada a la comunidad y a sus amigos más cercanos, porque el autor del atropello no es aún detenido por Carabineros.
Además los hijos de la víctima, Rosa, José, Héctor y Angela, aseguran que "es un secreto a voces que hay dos testigos que habrían identificado al autor del atropello, pero sus testimonios serían débiles y no probarían nada para los carabineros".
CUADERNO
Ayer en el cuartel de la Primera Compañía, donde fue velado, se instaló un cuaderno abierto, donde los vecinos estampaban sus firmas para "pedir justicia y no impunidad".
"Sabemos que quien atropelló a Alberto Díaz es un hombre de dinero, de poder y por eso aún está libre, pese a que hay dos personas que lo vieron y aseguran que fue él", insistían los hijos en medio de la triste jornada.
Después del funeral, un grupo de integrantes de la organización "Acción vecinal de Lago Ranco" concurrió hasta Carabineros a pedir más información sobre el accidente.
A pesar de ellos, los hermanos Díaz Mancilla, aseguraron sentirse "solos y sin apoyo porque tampoco nadie se ha acercado a nosotros a decirnos nada. Sólo que no hay pruebas suficientes para detener al hombre que atropelló a nuestro padre", anunciando que la próxima semana interpondrán una querella criminal en contra de quien o quienes resulten responsables del fatal accidente.
Los bomberos, los militantes comunistas que llegaron con sus banderas al funeral, los evangélicos, la familia y amigos que tributaron el cálido adiós al voluntario de Bomberos con más de 50 años de servicio, Alberto Díaz, prometieron que "este accidente no quedará en la impunidad porque vamos a exigir que se conozca la verdad y se detenga al autor".