Ejercitar el lenguaje en adultez
La comunicación humana es un proceso vital en todas las etapas de la vida de un individuo, por lo que resulta fundamental que el adulto mayor entienda los cambios que le ocurren con el paso de los años. De hecho, una de las constantes preguntas es: ¿cómo poder fomentar el lenguaje en la adultez?
Para ello es fundamental ejercitar la fluidez verbal oral y escrita. Se ha comprobado que quienes poseen importantes habilidades de comunicación oral cuentan con un importante nivel de razonamiento, memoria y atención. Por ejemplo, el juego lingüístico es una estrategia que recoge todas las manipulaciones que a través del lenguaje se pueden hacer (como el uso de adivinanzas, trabalenguas, coplas, poesía, analogías, metáforas, sinónimos, antónimos), con el fin de ejercitar su componente fonológico, sintáctico, semántico y pragmático.
Asimismo se debe evitar el mutismo. El adulto mayor puede pasar de un momento de plena actividad a un silencio absoluto, lo que se tornará un factor de riesgo importante para su componente psicoafectivo. Por lo tanto, es importante contar con ambientes ricos y organizados de estímulos auditivos, como escuchar grata música, de tal manera que los mensajes sirvan como un retroalimentador permanente. Por lo tanto, en la etapa de la adultez existen estrategias necesarias para el mantenimiento de las habilidades propias de la interacción comunicativa que permitan potenciar el manejo de competencias orales, como participar activamente en un acto social; obtener y conservar el derecho a la palabra; y ejercer influencia sobre cualquier interlocutor o grupo de personas, entre otras.
En definitiva, para que un adulto mayor sea un comunicador competente debe cumplir con propósitos e intenciones comunicativas hacia otra persona, recibir retroalimentación y emitir información pertinente, veraz y con claridad, lo que, sin duda, le permitirá un mejor bienestar y una vejez activa y saludable.