...el DFL de 1948 que otorgaba a la rayuela la condición de Deporte Nacional, pero en carácter recreativo. Ahora, , se busca reconocer también su carácter competitivo...
En la Merced de Lima hay una pintura que recuerda a los " Los mártires de Baldivia" (sic)
Cercano al lugar donde desembarcara en 1552, la expedición fundadora de Pedro de Valdivia, en el barrio conocido por los indígenas como Carmenga, junto al río Calle-Calle se erigió la Iglesia de la Merced. Por dicha razón la calle que corre paralela al río, se conoció como calle de la Merced hasta comienzos del siglo XX, que se cambió por la actual de Carlos Anwandter.
Para la destrucción de Valdivia en 1599, la ciudad había crecido y diversas órdenes religiosas tenían templos y conventos. La iglesia de la Merced, albergaba por los testimonios recogidos por el padre Gabriel Guarda O.S.B. a 17 religiosos, cuyo comendador era Fray Luis de la Peña. Tirso de Molina narra que él, en vez de huir, bajó a la iglesia y consumió el Santísimo, siendo muerto junto a los demás. Después incendiaron la iglesia. Los mercedarios en 1627 inscribieron en su martirologio a los padres Luis de la Peña, José de las Heras y Francisco Velásquez.
Como la historia lo consigna la destrucción de la ciudad de Valdivia fue total y por lo tanto igual suerte corrieron casi todos los religiosos que cumplían su apostolado en las demás iglesias.
Sería el mercedario Juan de Tobar que en 1603 sepultaría los cadáveres abandonados de 120 personas, rezándoles responsos a todos.
En una pintura del convento de la Merced de Lima se ven a los mártires mercedarios de Valdivia, bajo la leyenda que los identifica: " Los mártires de Baldivia" (sic)
Respecto del milagro del cáliz, existen menciones de él , de Fray Juan Falcon, Diego de Rosales y de Diego Arias de Saavedra. A pesar que existen variaciones entre ellos, la versión de Rosales explica que el mismo día de la destrucción, el autor del sacrilegio se vistió de sacerdote y empinándose el cáliz con grandes risadas bebió en él y al punto cayó muerto.
El profanador habría sido Guatureo, indio de la Imperial.
Posteriormente, y lo que resulta notable es el hecho que dicho cáliz fue recuperado. No caben dudas de su identificación por cuanto el vaso sagrado estaba labrado con las armas de la orden. Se encuentra en la ciudad de Santiago, en el Museo del Convento de la Merced.
Historiador