Uso y estado de los caminos
Se requieren rutas de doble vía en los accesos a la capital regional, pero también más responsabilidad de usuarios y vecinos.
Una nueva reflexión acerca de los accidentes que se han registrado durante los últimos días en caminos de la región, y que dejan un doloroso saldo de víctimas fatales, nos lleva inevitablemente a dos puntos relevantes: la calidad de la infraestructura y al comportamiento de los usuarios de estas vías.
Con relación al primer asunto, poco se puede agregar con respecto a lo necesario que se hace contar con carreteras adecuadas para el cada día más intenso tráfico que se observa a lo largo de todo Chile y que en Los Ríos es más que evidente.
Valdivia requiere accesos adecuados a estas exigencias, lo que implica la construcción de caminos de doble vía tanto hacia el norte como hacia el sur. La capital regional debe contar lo antes posible con rutas modernas hacia Mariquina y hacia Paillaco, hasta contactar con la Ruta 5, tal como ocurre con las otras ciudades que encabezan una región y que se ubican entre La Serena y Puerto Montt. Ahora, idealmente esas rutas de doble vía debieran estar, además, liberadas del pago por concepto de peaje, como ya se acordó en el caso de la salida norte, cuyas obras deben estar a cargo de organismos estatales y no de concesionarias que hacen su negocio, legítimo, pero con costos, que en la mayoría de los casos se convierten en una pesadísima carga para los usuarios.
Disponer de caminos de doble vía, con características de autopistas, es decir, con una serie de adelantos destinados a favorecer la seguridad, es la primera parte de lo que requiere la región.
El segundo punto tiene que ver con el comportamiento de quienes transitan por estas vías, ya sea a bordo de un vehículo o bien a pie, así como de los vecinos de las rutas, que en muchas ocasiones no respetan los derechos ajenos y mantienen animales sueltos, que muchas veces son la causa de los accidentes.
Cuando se deje de abusar de la velocidad y de la imprudencia habrá muchas mejores posibilidades de disminuir las estadísticas relacionadas con la pérdida de vidas en las rutas regionales.