La entrega de la Casa Prochelle 1 a la municipalidad de Valdivia constituye un motivo de profunda alegría para la comunidad, por la recuperación de un edificio patrimonial, que ahora será utilizado como sede de la Corporación Municipal. Es decir, un espacio cultural con valor en sí mismo, desde el cual se trabajará por la actividad artística de la comuna y la región.

El proyecto ahora terminado está cercano a cumplir diez años de desarrollo desde que se levantó la primera voz por el rescate de las casonas ubicadas en la entrada a la Isla Teja. Luego vinieron muchos planes y promesas, hasta que en 2008 finalmente la municipalidad adquirió el inmueble y comenzaron las labores de restauración que contaron con respaldo financiero por casi 800 millones de pesos, del Gobierno Regional y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Apego al original, respeto por los materiales, funcionalidad para su nueva utilización y un concepto moderno de sustentabilidad energética se conjugaron en los trabajos y ahora la casa se encuentra lista para ser equipada y entrar en funcionamiento.

La refaccionada Prochelle 1 se suma a un conjunto de esfuerzos realizados en el sector como la Costanera Cultural y la habilitación de la sede del Consejo Regional. Luego, debiera venir una segunda etapa para el paseo peatonal que uniría los recintos a ambos lados del puente Pedro de Valdivia; además de la habilitación en la casona de un espacio para el Ballet de Valdivia, con salas de trabajo en un segundo nivel, integradas con el bello paisaje del río.

Todos esos planes son de largo plazo y se materializarán en la medida que las autoridades y la comunidad trabajen juntas para que no se olviden. Cabe la misma reflexión para el arreglo del Cine Cervantes, la mantención de los torreones y la ampliación del MAC, por nombrar sólo tres de las muchas necesidades de cuidado y protección que aguardan su turno en la zona.

Es de esperar que esta excelente noticia de la Casa Prochelle 1 dé impulso para mirar en esas otras direcciones, también.

Se ha entregado el Cuarto Informe de deuda personal del país, resultados por todos conocidos y que ha sido ampliamente desarrollado en los medios de comunicación, tanto de cobertura nacional como regional. Éste, es un esfuerzo de la carrera de Ingeniería Comercial perteneciente a la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián y el trabajo mancomunado con la empresa Equifax, quien provee la información para el análisis estadístico y económico de los deudores morosos de nuestro país.

Enmarcado en este contexto, la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián, ha calculado indicadores que dan cuenta de la evolución de la calidad de deuda y de la morosidad, segmentando por regiones, género y edad.

En el caso de nuestra región, los aspectos más relevantes son que desde marzo 2013 a marzo del 2014 han ingresado 20 mil 541 nuevos impagos, mostrando cifras siempre crecientes desde la vigencia de la Ley mal llamada del 'borronazo', ya que no es una suerte de perdonazo, visto que no afecta la validez y la vigencia de las deudas; lo que realiza esta Ley es la borrar los antecedentes.

Las cifras indican con una mirada retrospectiva, que en un año los hombres han superado a las mujeres en su deuda impaga, situación que en marzo 2013 era opuesta a lo mostrado en este informe. Igualmente, tanto hombres como mujeres en este período han bajado su monto promedio en pesos que hace un año. Sus deudas promedio son menores. Otro punto relevante es que como se han sumado nuevos morosos en la Región que superan al promedio nacional que es 49% versus 89% en nuestra región.

En general, los deudores están presentando una mayor disposición a la probabilidad de pago de documento de cuotas impagas. Como se ha manifestado con anterioridad es importante seguir insistiendo en que se apruebe definitivamente la ley de consolidación de la deuda, ya que con esto no se va permitir en términos prácticos por ley el sobreendeudamiento en que se ve enfrentada las personas, existen algunas empresas que por un concepto de responsabilidad social no permiten que sus clientes tengan niveles de endeudamiento incompatibles con sus niveles de ingresos, dado que al tratar de pagar esta carga de deuda caen en el mercado informal de créditos con todas las consecuencias económicas y sociales .