Una casa también puede ser un experimento. En el fundo Cau Cau, ubicado en Cabo Blanco, un grupo de arquitectos de la Universidad Austral de Chile están construyendo la primera de diez viviendas eficientes en consumo de energía y aislación térmica que formarán parte del proyecto 'Ver+D_Austral': una eco villa con bajo impacto ambiental.
La primera casa-experimento tendrá 74 metros cuadrados, por dentro será forrada con planchas de madera y por fuera con revestimiento de acero, pero la novedad está en su estructura: sus cimientos fueron realizados con botellas de plástico vacías; la tabiquería será de madera -que estará rellena con fardos de paja- o de botellas plásticas rellenas con tierra compactada y se usarán cajas de Tetrapack como aislantes.
Todas estas características hicieron que el proyecto fuera uno de los expuestos en la Tercera Feria del Reciclaje realizada ayer por la unidad de Medioambiente de la Universidad Austral de Chile.
De la casa -cuyo diseño está inspirado en un invernadero- ya fueron construidos los cimientos. Y los profesionales a cargo del proyecto estiman que en tres meses más estará terminada. Luego será habitada en cortos períodos de tiempo por estudiantes de intercambio o profesores, quienes deberán medir cómo se comporta la vivienda en cuanto a temperatura, humedad, renovación de aire e iluminación.
Emil Osorio, uno de los arquitectos que forman parte del equipo de trabajo, aseguró que 'la sustentabilidad hoy también incluye un nuevo parámetro de medición: la satisfacción de los ususarios'.
Construir este tipo de viviendas cuesta alrededor de 20 millones de pesos. Sin embargo, los detalles de las terminaciones determinan si este precio aumenta.
'En el mercado inmobiliario no existe una casa de este tipo. Nuestro objetivo no es que termine solo en un prototipo, en el futuro queremos que el conocimiento que adquiramos se pueda traspasar a la industria, a carpinteros o a grupos organizados que quieran replicarla', dijo Osorio.
Las otras casas que formarán parte de la eco villa tendrán otras características. Por ejemplo, una será completamente de madera y otra basada en la alta tecnología.
Otro de los emprendimientos sustentables presentados en la feria -que incluso fue premiado por la Dirección de Servicios Uach- es 'Cubrachumochila'.
La ingeniera en Conservación de Recursos Naturales, Carolina Chávez, comenzó a fabricar fundas para mochilas cuando notó que en cada salida a terreno sus cuadernos se mojaban.
El material de sus fundas es reciclado: utiliza la tela de los paraguas que encuentra abandonados en la calle.
Los fabrica a medida, cuestan entre 3 mil y 2 mil 500 pesos, duran alrededor de cinco años y se pueden conseguir en www.facebook.comcucrachumocila.
Y las taps de las bebidas en lata también formaron parte de los stands. Luis Palominos, estudiante de Licenciatura en Ciencias con mención en Química confecciona carteras, bolsos y hasta ropa tejida con crochet. Pero además de hilo, usa las tapas. 'Aprendí a tejer a los siete años mirando a mi mamá. Se me ocurrió incorporar dentro del tejido las tapas y quedó bien. Con las ventas me sustento', contó