La nueva legislación que permite a los padres salir de su trabajo para ir a alimentar a sus hijos menores de dos años, constituye un avance de la sociedad chilena para la distribución de tareas equitativamente entre hombres y mujeres, respecto del sustento y la responsabilidad con sus familias.
Hasta junio pasado, solo las madres estaban facultadas para ausentarse durante una hora hábil al día para salir a atender a sus bebés, pero ahora también los varones podrán hacerlo y colaborar en este ámbito del cuidado de sus hijos e hijas pequeños.
El beneficio puede aplicarse en todo el país desde mediados de julio, luego de una larga tramitación en el Congreso. En Los Ríos ha sido difundido por la secretaría ministerial del Trabajo, para estimular a las familias a conocerlo y organizarse para ponerlo en práctica, pues los progenitores deben decidir quién de los dos (no ambos) cumplirá con el derecho del niño a ser acompañado en la alimentación. Y esa determinación debe ser comunicada al empleador respectivo, con la adecuada antelación.
También vale para familias sustitutas, guardadoras, adoptivas u otros adultos que se hagan cargo de un niño menor de dos años de edad.
Esta medida se suma a otras como el post natal de seis meses y la posibilidad del padre de asumir una parte de ese tiempo; todas iniciativas que apuntan -según los fundamentos usados para su propuesta- a fomentar el apego de los más pequeños con su núcleo familiar, algo que mejora su protección en el inicio de la vida y daría mayor estabilidad futura.
En la región recién se empieza a hablar al respecto y hasta ahora, según ha señalado la seremi del ramo Ana Sáez, la recepción es positiva. Sin embargo, es un cambio que necesita de mucho refuerzo social para lograr ser interiorizado como una oportunidad entre los hombres. Esto, pues se trata de una tarea tradicionalmente asignada a las mamás, y no siempre resulta sencillo romper con un estereotipo asociado al género.
Por lo mismo, se hace necesario hablar al respecto y sobre otras medidas que permitan la construcción de una convivencia hogareña más igualitaria.