Atreverse a preguntar en la vida
Pareciera ser una condición en nuestras vidas, el temor y quizá vergüenza mal entendida para atrevernos a preguntar frente a una duda y escenario desconocidos, cuando estamos buscando una persona, un producto y -más frecuentemente- la desesperación que produce estar perdidos, tratando de encontrar en una dependencia sin señalética... y más exasperados contra el tiempo. Benditas (os) son aquéllos que poseen esa virtud y por costumbre preguntan sin vergüenza y más aún adquiriendo información adicional a la requerida. Como experiencia de vida deberíamos aprender de estas (os) avezadas (os) ciudadanas (os), y por cierto hacer memoria de nuestra infancia cuando preguntábamos todo, confiando en las capacidades de nuestros sabios padres y abuelos.