Satisfacción por los años que ha vivido
Gladis Díaz es enfática en calificar positivamente su existencia. 'Ahora que me encuentro en el ocaso de la vida, califico mi vida como excelente: tengo unos excelentes hijos y unos excelentes nietos'. Asegura que es inmenso el cariño y la preocupación que por ella sienten sus vástagos. 'Llegan a ser cargantes. A mis hijas las llamo 'las generalas', porque me dicen siempre: 'Mamá, camine tranquila', 'mamá no se agite', 'mamá tómese de la baranda'. Yo les respondo: 'No soy de vidrio. Me puedo valer perfectamente sola''.