Hacia la consolidación
E l FICValdivia tiene todo para ser un ámbito de referencia no sólo en el contexto local (donde ya lo es), sino también en el latinoamericano (donde mantiene un lugar de privilegio con sus 'hermanos' como el BAFICI de Buenos Aires o el FICUNAM de México) e incluso en el amplio circuito anual de festivales. Tiene un perfil propio bien definido, una historia (21 ediciones lo respaldan) y una cinematografía como la chilena, que está en el centro de la escena internacional, y que es su principal vidriera y su razón de ser.
¿Qué le falta entonces para su consolidación definitiva? Que los organismos públicos y las empresas privadas se den cuenta de que financiarlo como se debe (y se merece) es un buen negocio a corto, pero también a mediano y sobre todo a largo plazo. Instalar a Valdivia en el mapa mundial no ha sido fácil (no nos olvidemos que para el Primer Mundo reconocer a un enclave en el sur de Chile sigue siendo algo entre 'exótico' y aventurero), pero la dupla Bettati-Camargo se las ha ingeniado para traer hasta el sur del sur a figuras de primer nivel, de esas que hoy marcan tendencia.
Este año se notó una mayor austeridad, una falta de recursos producto de una fuerte caída presupuestaria. En los últimos días, se han escuchado diversos anuncios de funcionarios y políticos como para que el FICValdivia recupere en breve ese apoyo adicional que ha perdido. Podrá, así, seguir creciendo, abriéndose al mundo, salir de una mirada más pequeña y provinciana para convertirse en ese festival de vanguardia y descubrimiento al que (felizmente) está 'condenado' a ser.