Baja en la cantidad de voluntarios
Hace pocos días fueron publicadas las listas con los nombres de los 95 mil jóvenes varones nacidos en 1996 sorteados para cumplir el Servicio Militar Obligatorio. En ella están incluidos postulantes de todas las regiones del país que no se habían inscrito en los cantones y que podrían ser incorporados a las filas, si la cantidad necesaria anual de conscriptos no se completa con voluntarios.
Esto último podría ocurrir, considerando que en los últimos años se ha registrado una baja constante de quienes se enrolan por su propia decisión. Las cifras de la Dirección General de Movilización Nacional señalan que mientras en el proceso de 2007 había 28 mil 910 ciudadanos inscritos voluntariamente; en 2013 llegó solo a 10 mil 729 en todo el país. Además, la mayoría de quienes sí se inscriben son mujeres. En Valdivia, por ejemplo, de 179 conscriptos que cumplen instrucción en el Regimiento de Telecomunicaciones N° 4 'Membrillar', 120 son damas. Un porcentaje similar se verifica en el 'Maturana' de La Unión y en otras unidades de la III División de Ejército.
Esta situación descrita produce una distancia entre la realidad y las necesidades de reclutamiento definidas para el país, por lo cual las autoridades han debido recurrir a los otros mecanismos establecidos en la legislación que mantiene el Servicio Militar obligatorio, entendiéndolo como una herramienta de defensa nacional básica.
Pese a lo anterior, desde el ministerio de Defensa han señalado que esperan llegar a un 100% de contingente voluntario y han puesto énfasis en los beneficios que recibe un joven que opta por este camino durante un año de su vida: puntaje de postulación adicional para subsidio habitacional, capacitación laboral y nivelación de estudios, preparación física, opciones de postular a las Escuelas Matrices y recepción de una asignación básica mensual ($75 mil 158) mientras dura el servicio.
Probablemente las expectativas se cumplan, como ha sucedido otros años. Sin embargo, este escenario invita a reflexionar respecto de cómo se abordará el tema en el futuro, cuando el nivel de población joven disminuya, en atención a la baja tasa de natalidad que presenta Chile en general y Los Ríos en particular.