Mientras estudiaba cocina internacional en Inacap, Sergio Medel (29) trabajaba en un McDonald's friendo papas y preparando hamburguesas. Todo esto ocurría en Valdivia. Porque Medel, uno de los participantes del programa de TVN Top Chef, es valdiviano. Ahora trabaja en Santiago como chef de banquetes y convenciones en el Grand Hyatt, pero antes de llegar ahí se paseó por una decena de hoteles buscando nuevas experiencias y también incluyendo los sabores que más le gustan: los del sur.
En el programa, Sergio Medel ha tenido conflictos con sus compañeros y con los jueces porque responde a las críticas y se muestra desafiante todo el tiempo. Esa personalidad lo ha acompañado desde niño. 'Estudié en el Liceo Armando Robles y en otro par de liceos de los que me echaron. Era revoltoso y tuve muchos problemas', dice. Pero además reconoce: 'Los chef somos muy egocéntricos, todos pensamos que somos los mejores'.
Estudió cocina porque era un rubro que le gustaba y también porque sus notas no le permitían estudiar nada más. Para ingresar no tuvo que rendir la Prueba de Aptitud Académica, por ejemplo. Sin embargo, la cocina comenzó a gustarle cada vez más:'Me apasiona la comida chilena. Sobre todo la del sur. Soy un amante de todos los pescados y papas nativas. El rescate de esta cocina es súper gratificante, porque hay gente que ha vivido siempre en Chile, pero no ha probado la nalca o la murtilla'.
A los 21 años, con 15 mil pesos en los bolsillos y luego de realizar su práctica en el Hotel Huilo Huilo, fue a Santiago a probar suerte. Ahí comenzó su recorrido por hoteles y restaurantes. Comenzó en un restaurante ubicado frente a La Moneda, llamado 'Barriles y Tinajas', donde solían entrar políticos chilenos y extranjeros. Luego, la lista es larga: perfeccionó los postres en la pastelería 'El Cuarto Café', trabajó en un restaurante japonés de Chicureo; luego fue sub chef ejecutivo en el club de golf Hacienda Santa Martina y después en el Hotel Intercontinental Santiago. Un año después volvió al sur para ser subchef del Hotel Termas de Puyehue, pero la erupción del cordón del Caulle lo alejó otra vez. Después de trabajar en Andina del Sur revisando restaurantes fuera del país y de trabajar en Hoteles Plaza El Bosque, lo llamaron desde el Hyatt.'El costo ha sido familiar. Tengo dos hijos que no viven conmigo y que he perdido por el trabajo. La demanda de los hoteles es de 14 a 16 horas diarias. El cocinero sacrifica mucho', dice.
Sobre el programa
A Sergio Medel lo llamaron de TVN. Se contactaron con él por teléfono y pensó que era una broma. Luego de una reunión en el canal y de darse cuenta de que no era un reality, sino que un programa sobre cocina, pidió permiso para participar a Hyatt en Estados Unidos. El permiso demoró un par de meses.
'Antes de decidir lo pensé mucho, porque te expones a muchas cosas y expones tu carrera. Todo el mundo te juzga si lo haces bien o mal, sin pensar que hay una trayectoria que te avala', explica.
Pero aceptó, por la cocina: 'Quería mostrarle a la gente lo que hacemos, nuestras técnicas, acercarlos a este tipo de cocina, porque hay mucha gente que no tiene la oportunidad de ir a un restaurante gourmet a pagar 40 o 70 mil pesos, por persona, por un menú'.
Al principio tuvo que adaptarse al formato, a la televisión. 'Tuve que adecuarme a que las cámaras entren a la cocina, a que me invadan. Y sobre las críticas, al principio tuve muchos roces y hasta el día de hoy los tengo. Considero que no son muy asertivos. No queremos que este programa se transforme en un reality, sino que en un lugar donde se pueda ver y aprender sobre cocina nueva. Creo que gracias a nosotros, la gente está conociendo cómo es la cocina, que hay conflictos, que hay que sacar un servicio por la gente. Para mí es reconfortante que la gente en la calle me diga que lo estoy haciendo bien, que no soy conflictivo, sino que soy frontal. Y así soy: digo las cosas de frente y eso a veces choca', explica.