Durán y Arcos : las miradas de recambio en el séptimo arte del sur del mundo
realizadores. Juntos o por separado, estos dos cineastas valdivianos buscan su propio espacio. En octubre estrenaron sus últimos trabajos y acá repasan algunos de sus
Nacieron en la capital de Los Ríos, estudiaron en el mismo colegio, se formaron académicamente en distintas ciudades y volvieron a juntarse en una pantalla común, la del Festival Internacional de Cine de Valdivia en la competencia de Cortometraje Austral Chileno Argentino. Cristóbal Durán y Tomás Arcos comparten la misma hoja de ruta. Son cineastas jóvenes que decidieron hacer carrera instalados en el sur, desde donde apuestan a explorar temas mínimos, aunque no por ello menos complejos en formato de cortometraje y videoclip. Uno es el responsable de poner en imágenes la última canción del grupo Fuma & Baila. El otro, creó su propia productora y recientemente estrenó la historia de un hombre acosado con mensajes de texto en su celular. La de Durán y Arcos son las miradas de recambio al séptimo arte valdiviano construidas juntos y por separado.
Cristóbal Durán estudió en Uniacc y el 2005 recibió un premio a la Mejor Fotografía en 16 mm. por uno de sus primeros trabajos como universitario. Seis años más tarde inició una prolífica carrera como director de videoclips (ha grabado 16 obras) y sumó el cortometraje a sus antecedentes. En documental destaca por 'El hombre E'; y en ficción, con su último trabajo 'Anhedonia' sobre un hombre enfrentado a la muerte y la soledad. Para el rol protagónico escogió al actor Alejandro Contreras y algunos pasajes de un relato bastante personal. 'Es una historia real que me pasó a mí y bueno nunca es tan así como calcada la verdad, es que lo tomé como idea y de ahí inventé el resto. Es como un árbol de Navidad: está el árbol y luego lo adornas', dice.
- ¿Qué significa 'Anhedonia' en relación al peso de la historia?
La anhedonia es la incapacidad y la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades y eso se produce en muchos casos en el largo invierno valdiviano que te mantiene encerrado y con poca luz. Y cuando la depresión te toca la puerta ese universo dramático de lluvia frío y encierro y posibles rupturas de pareja y tantos otros dramas de la vida , no aporta y no te ayuda a salir a la luz. Solo te hunde.
- ¿Por qué decides hacer carrera principalmente en el formato de videoclip?
La verdad es que fue una coincidencia. Se me dio la oportunidad y la aproveché. Se nota que hago arto de eso porque tengo harta demanda, pero la verdad es que al vivir en el sur y del audiovisual te obliga a hacer de todo: productor, director, cámara y editor para poder mantenerte en la ola.
Al analizar su propia carrera Durán distingue tres hitos: el nacimiento de su hija ('realicé un documental de su nacimiento y de los primeros dos años de vida'), el robo de sus equipos el primer semestre ('me despojó de todo lo que tenía y tuve que partir de cero, pero eso me enseñó muchas cosas que me tienen ahora en la cresta de la ola surfeando la vida con un sol muy brillante') y su vínculo profesional con Tomás Arcos ('pasamos horas enteras resolviendo las historias que cada uno inventa').
pez en el agua
Tomás Arcos estudió periodismo en la Uach y al iniciarse en el cine se dedicó a producir, escribir guiones y a trabajar en forma independiente con su propia productora Parodia Films. El documental 'Solo bicicletas' y el cortometraje 'Taller', están en la lista de sus trabajos. Ambos pasaron por el FICValdivia, como también 'Acuario', donde por segunda vez dirigió al actor local Samuel González ('Manuel de Ribera'). Ahora lo puso en una situación incómoda, la de un joven con problemas de salud que pretende celebrar su cumpleaños y que literalmente está encerrado.
- ¿Cómo surgio la historia?
De un análisis de lo que yo quiero lograr haciendo cine. Me interesa poder cautivar al espectador con una historia que no te suelte. Que de alguna forma te mantenga atento de principio a fin con grandes y pequeños detalles. Decidí escribir sobre un espacio reducido (el baño) donde puedan ocurrir cosas ligadas al suspenso, cosas que le podrían pasar a una persona en su propias casa. El nombre va ligado a lo mismo, el encierro de un pez en un acuario y el encierro de una persona en un cuarto, que en este caso es el baño de su propia casa.
- ¿Hay alguna vivencia personal reflejada en la obra?
No, pero hay algunas escenas propias que quise ambientar para la ficción. Esa soledad en la casa con lluvia valdiviana de fondo tenía que ir. Y uno que otro detalle excepto lo de los mensajes tipo amenazas, ahí está uno de los más importantes ingredientes.
- ¿Que implicó el proyecto?
Una maduración en la escritura. Fue un proceso interesante desde la versión 1.0 del guión a la versión final. Pude analizar cosas y agregar detalles a la trama que finalmente pudieron marcar episodios. Implicó también completar el sentimiento de saber que hay talento y sobre todo ganas de hacer cine en Valdivia con personas muy profesionales de las cuales estoy muy agradecido por haber creído en este proyecto.
- ¿Qué lecciones te dejó?
Solo cosas positivas. Aprendí que sí se pueden hacer cosas acá y muy buenas. Estoy con más ganas de escribir y hacer mucho. Hoy estoy con tres proyectos de escritura. Un cortometraje de ficción con Cristóbal, un cortometraje en solitario y un proyecto de guión para un largometraje que es la meta de aquí a un año más.
- ¿Probaste cosas nuevas?
El contar una historia en un espacio físico reducido y casi a tiempo real. Fue un buen desafío intentar seducir a la audiencia solamente con estos elementos.