En este año de grandes tensiones legislativas, se está comenzando a discutir con mucha fuerza las reformas laborales, cuyas iniciativas apuntan, entre las más relevantes, a fortalecer los derechos colectivos de los trabajadores en el sentido de apoyar la negociación y de robustecer los sindicatos, además de ratificar los convenios internacionales en esta materia, en especial la reposición de trabajadores de aquellos en huelga.
Por otro lado, aparecen voces para fortalecer estos aspectos, ya que en la práctica, este punto es el que ha dificultado el diálogo entre las partes en tiempos pasados.
Estas iniciativas gubernamentales no han dejado tranquilos a los trabajadores que esperan más profundización en diversos aspectos.
Asimismo, los empresarios ven con temor sus resultados al aplicarse la norma, ya que los sindicatos esperan negociaciones más amplias y con mayor poder colectivo.
Igualmente, existe en estos actores la coincidencia de que se deben realizar cambios en la legislación laboral para enfrentar los bajos niveles de productividad e innovación, aumentar la capacitación en áreas prioritarias, aumentar nuestra competitividad y certificación de buenas prácticas laborales.
Pero se nos vienen a la mente dos cifras porcentuales que fueron dados en estudios de la Ocde, donde solo el 13 % de los chilenos confía en las demás personas, siendo el promedio de la región de un 59%. Nuevamente aparece el factor "confianza".
Sin ella, todo proceso, toda discusión seria de acuerdo social, de diálogo social, de pacto social entre las partes se vuelve sospechosa. Se elimina la sana convivencia entre trabajadores, empresarios y gobierno.
En definitiva se debe buscar el bien común que permita que los trabajadores y trabajadoras tengan un bienestar no solamente económico sino integral, unitivo. Me cuesta creer que estos propósitos no estén al servicio de esta discusión, es compartido por todos los actores.
Un aspecto que va fortalecer confianzas es la reciente aprobación de la ley del lobby, que va a permitir mayor transparencia y probidad en las gestiones y representaciones de intereses particulares.
Francisco Mena
Ingeniería
Comercial
USS