Experto relató cómo Medellín se transformó en capital de la innovación
emprendimiento. El gerente de proyectos de Ruta N, David Sierra, visitó Valdivia para explicar la estrategia que convirtió a la ciudad más peligrosa del mundo en un referente en desarrollo.
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En 1991 la tasa de homicidios de Medellín -ciudad de Colombia- era de 380,6 por cada 100 mil habitantes. Durante la década de los '80, las noticias que se generaban ahí y que recorrían el mundo solían hablar de Pablo Escobar y de narcotráfico.
Pero a finales de los '90 comenzó a gestarse un plan para cambiar la imagen de Medellín y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Uno en el que participan el Estado, las empresas privadas, las universidades y los ciudadanos. Gracias a su trabajo y a la creación de la Corporación Ruta N -entidad pública, sin fines de lucro, que pertenece a la alcaldía de Medellín- la ciudad fue nombrada por The Wall Street Journal como la "más innovadora del mundo" en 2013. Y le ganó a potentes competidores como Tel Aviv y Nueva York.
Cómo lo lograron fue lo que explicó el gerente de proyectos especiales de Ruta N, David Sierra, quien fue invitado a Valdivia por el Gobierno Regional y la seremi de Economía para hablar sobre ecosistemas de innovación. Sierra explicó: "Luego de vivir lo peor y la miseria el desafío fue transformar la ciudad más violenta del mundo en la más innovadora".
la estrategia
Primero, decidieron que la ciudad destacaría por la generación de conocimiento y buscaron los mercados en los que se enfocarían. También se preocuparon por innovar y -a través de ideas simples- solucionaron problemas complejos que impactaron positivamente a la ciudad: utilizaron escaleras mecánicas como medio de transporte en sectores con cerros empinados, usaron el teleférico como una especie de "metro" para el transporte de pasajeros e instalaron grandes bibliotecas en zonas extremadamente vulnerables.
"La gente entendió el valor de estas iniciativas y las sigue demandando, por eso la estrategia puede permanecer independiente de los cambios políticos del país o la ciudad", contó el gerente de proyectos.
Alianzas
Las alianzas público-privadas y el trabajo con las universidades han sido fundamentales. "El trabajo con las universidades busca que las investigaciones también estén destinadas solucionar problemas concretos de la ciudad", explicó. Y con la empresa privada indicó:"La mejor política social es el crecimiento de las compañías. Si las empresas crecen habrá empleos más sofisticados, más pago de impuestos y mejor utilización de esos recursos. La gente tiene más bienestar", dijo. Por eso, firmaron un pacto llamado "Medellinnovation", para comprometer a mil 280 empresas a invertir por lo menos el 1 por ciento de sus ventas en innovación.
Ahora buscan aumentar el porcentaje del PIB de Medellín invertido en innovación al 1 por ciento para 2015 y al 2 por ciento para 2018. Ese es solo uno de sus desafíos para el futuro.