Café Prime, la apuesta con que Roberto Swett quiere conquistar Valdivia
ÉXITO. Partió a fines de septiembre de este año, frente al Hospital Base de Valdivia.
Una trimoto italiana, marca Piaggio Apé, es el vehículo en el cual Roberto Alonso Swett Angulo acondicionó su cafetería móvil, a la cual bautizó con el nombre de "Café Prime". Él ha probado suerte con su emprendimiento en dos puntos estratégicos del Hospital Base de Valdivia: en un principio se instaló frente a la entrada del Consultorio de Especialidades, y actualmente conduce su vehículo cada día hasta un costado de la entrada al servicio de Urgencia de dicho recinto de salud. Puntualmente a las 7 de la mañana levanta la tapa trasera de la trimoto, y su "cafetero estrella" Diego Tolra comienza a preparar café de grano.
¿Cuándo parte la historia de Café Prime?
Esto nace aproximadamente en diciembre de 2013, mientras veíamos documentales de Discovery Channel con un amigo mío en Osorno. Ambos tuvimos la misma idea de hacer una cafetería móvil sobre una trimoto, pero yo empecé un poco más tarde.
¿A qué se debe el nombre de tu emprendimiento?
Yo soy fanático de los Transformers, y de repente se me ocurrió, mientras veía la película, y dije: "Café Prime".
¿Por qué elegiste una trimoto para concretar tu emprendimiento y no otro vehículo?
Porque es una idea fuera de lo común, y en Valdivia es algo muy innovador. Esta ciudad necesita una iniciativa como ésta, atractiva, sobre todo pensando en que Valdivia es una ciudad turística.
¿En qué lugar específico partiste?
Yo empecé instalándome en el Consultorio de Especialidades del hospital (calle Haverbeck frente a Bueras), aproximadamente a fines de septiembre de este año.
¿Cómo fue la recepción del público los primeros días?
Gustó mucho la idea y sorprendió. La gente se acercaba y se sacaba fotos. Me preguntaban de dónde había sacado la trimoto.
¿Qué te impulsó a instalar tu negocio en las inmediaciones del hospital y no en otro lugar?
Lo hice pensando en el gran flujo de personas que se atiende ahí, y también en el personal que trabaja. Escuché a varias personas que me recomendaron instalarme ahí, porque era algo que faltaba.
Mi proyección es escribir al director del hospital para que me autorice a establecerme al interior con mi cafetería móvil.
¿Cómo te ha ido económicamente hablando?
Bien. Hace unas dos semanas incorporamos el café helado, debido al calor que está haciendo. Ya tenemos harta clientela cautiva aquí en el hospital.
¿Resulta sustentable este negocio?
Sí, lo es; pero espero que no copien esta idea, porque ya he visto que están tomándola y usando una combi, por ejemplo, para hacer una cafetería.
¿Cuántas personas trabajan contigo?
Una, que es Diego Tolra, mi cafetero estrella. Trabaja conmigo hace más o menos un mes. Me levanto a las 5 de la mañana para empezar a montar todo a las 5.30, de manera que a las 6.30 mi hombrón llegue a trabajar (risas).
¿Qué sueños quisieras concretar en lo futuro?
Lo primero que quiero decir es que esta moto es mía y la compré con mis propios ahorros, sin haber postulado a ningún fondo. La trimoto con la cafetera y la moledora de café me costaron unos 7 millones de pesos. Con eso dicho, quiero postular al Capital Semilla el próximo año, para poder comprar otra moto y llevarla a la Universidad Austral.
Hay alguien que te ha apoyado constantemente, ¿no es así?
Mi polola, Roxana Álvarez, ha estado conmigo siempre. Le agradezco su apoyo.
Pablo Quintana Villanueva