Escasez de los recursos hídricos
Diversos estudios científicos registran una sostenida disminución de las precipitaciones en el territorio de la región de Los Ríos y en general en todo el sur de Chile, en las últimas décadas. Ese factor, sumado al cambio climático; a las plantaciones forestales de especies exóticas, que consumen gran cantidad de agua, y al aumento de la población, hacen augurar que los recursos hídricos disponibles para consumo humano serán cada vez menores en nuestra zona.
Esa realidad ya se vive en prácticamente todas las comunas de Los Ríos durante los veranos y los municipios tienen programas especiales de apoyo a las familias de los sectores rurales que no cuentan con suministro de red de agua potable y ya no disponen de los recursos naturales que antes utilizaban.
En particular Panguipulli, Río Bueno y Mariquina son las más afectadas, pero se trata de un problema generalizado y en aumento, que también ha obligado a las empresas sanitarias a activar planes de emergencia. A nivel nacional, según informaciones de prensa, ya han destinado 62 millones de dólares para asegurar el suministro de sus clientes durante la temporada 2015.
El tema es preocupante. La Presidenta anunció una nueva política de acceso al agua potable en localidades aisladas y la Comisión de Recursos Hídricos, Sequía y Desertificación de la Cámara de Diputados aprobó las indicaciones de un proyecto de ley que declara al agua como bien público y derecho humano que debe ser garantizado por el Estado, además de la indivisibilidad jurídica del agua con respecto de la tierra en el caso de territorios indígenas.
Esto implica una revisión profunda de cómo se ha relacionado el país con el recurso y abre grandes desafíos en áreas como la minera y la hidroeléctrica. Esta última es particularmente sensible en nuestra región, donde se necesita determinaciones no aplazables por más tiempo, que resguarden el uso del agua y el paisaje, pero que a la vez no cierren la puerta a proyectos energéticos.
Desde la comunidad también se puede colaborar. Primero con hacer conciencia en el consumo y luego, con el cuidado efectivo del mar, ríos, lagos y humedales.