Congestión en el Servicio de Urgencia
Nuevamente estamos frente al fantasma de la congestión y la sobrepresión en la urgencia del Hospital Regional debido a la magra gestión de los Servicios de Atención Primaria de Urgencia (SAPU) dependientes de la Municipalidad de Valdivia.
Lo anterior se debe a que la municipalidad no ha cumplido con los compromisos asumidos en dos aspectos fundamentales. El primero dice relación con la solución de las más que justas demandas de los funcionarios del sector, lo que derivó en un paro el jueves pasado, y el segundo, por la tardanza en el traspaso de recursos necesarios para asegurar funcionalidad básica.
Datos proporcionados por el Ministerio de Salud indican que el 60% de la atención de urgencia en los hospitales corresponde a casos que, efectivamente, son urgencias de mayor complejidad, que requieren de atención en un recinto hospitalario, mientras que el 40% restante, y que congestiona la urgencia hospitalaria, tiene que ver con casos menos complejos y que precisamente debieron ser atendidos por los SAPU, porque para esa contención fueron creados.
Es decir, casi la mitad de las personas que llegan al hospital en busca de atención médica nunca debió acudir a ese recinto, porque dicha atención tendría que haber sido proveída oportuna y eficazmente en su consultorio.
Las estadísticas también indican que en la medida que la atención en los SAPU disminuye la gente los elude, debido a la falta de profesionales. En esa misma proporción crece la cantidad de urgencias en los hospitales. Lo que no hace uno, sobrecarga al otro.
Siendo una cuestión planteada públicamente desde hace varios meses, no es aceptable que la Municipalidad de Valdivia no sea capaz de resolver definitivamente este problema y traslade esa responsabilidad al Hospital Regional, porque, la verdad sea dicha, aun cuando se trate de un servicio traspasado con déficit en los años 80', es el municipio el que en la práctica no ha completado el traspaso más de 300 millones de pesos al Departamento Municipal de Salud, para apoyar el funcionamiento de los SAPU.
La gente no tiene por qué pagar los platos rotos por la ineficiencia del municipio al no transferir los recursos que permitan contratar profesionales y tener todos los medios para entregar atención de urgencia oportuna y de calidad.
Iván Flores García