Artesanos están molestos por su ubicación en Semana Unionina
PUESTOS. Tradicionalmente se instalaban en la Plaza de la Concordia, pero este año fueron ubicados en un terreno de calle Arturo Prat.
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Cada año durante la Semana Unionina, los puestos gastronómicos y artesanales se toman el centro de La Unión, específicamente la Plaza de la Concordia. No obstante, mientras este año los stand gastronómicos continúan instalados en la plaza, los de artesanía y comercio en general fueron reubicados en un terreno privado en calle Arturo Prat, entre Comercio y Letelier, lo cual detonó una molestia generalizada entre los afectados por el cambio.
Dificultades en los accesos y para transitar, la presencia de polvo, espacios estrechos y la disminución de público, son algunas de las quejas manifestadas por los artesanos y comerciantes.
TESTIMONIOS
María Pérez trabaja desde hace siete años en la Semana Unionina, vende bonsáis artificiales y arreglos florales y manifestó sobre la nueva ubicación que "es muy mala, pues siempre trabajábamos en la plaza. Nosotros pagamos con dignidad los 30 mil pesos por los puestos, no es algo que nos estén regalando. Las personas que andan en sillas de ruedas y las mamás con coches no pueden venir aquí. Ya estamos resignados a estar empolvados, sólo esperamos que para el próximo año se recapacite".
Angélica Bravo, integrante del taller laboral Ilusión de Mujer, especializado en confeccionar prendas y artículos de lana, señaló que "hay mucha molestia de todos los artesanos que estamos acá. Las autoridades a veces invitan al turista a visitar la comuna, a que conozca nuestras artesanías, pero en el momento que tenemos la oportunidad de mostrar nuestro trabajo, nos asignan a un lugar poco visible".
"Las personas en sillas de ruedas no pueden entrar y para las personas con coches, los adultos mayores y las mujeres con tacos es un lío venir aquí. Es muy angosto e incómodo el lugar. La afluencia de público ha disminuido notoriamente", agregó.
En tanto, María Rodríguez, socia de la Agrupación Amigos por el Turismo y que participa desde hace diez años en la Semana Unionina, expresó que "la ubicación de este año fue muy mala, porque nos afecta mucho la suciedad y el polvo (…) estamos como en una cueva. Los ancianos caminan con dificultad y los coches avanzan apenas".
Mientras que Ingrid Leal, quien cultiva y vende plantas de interiores, aseguró que "la ubicación es muy mala por la gravilla en el suelo y por el polvo que se levanta y ensucia todas mis plantas. La gente también sufre, los coches tienen que tirarlos para que avancen. Ojalá el otro año piensen en nosotros, pues es solo una vez al año".