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Estremecedores detalles se revelaron ayer durante la audiencia de formalización contra Stefan Ascencio Ascencio, el pintor de brocha gorda acusado de dar muerte al profesor de 60 años, Ismael Castro, dentro de su casa en la Villa Los Leones, con el propósito de robarle.
La fiscal Tatiana Esquivel relató al juez Jorge Rivas un informe preliminar de la autopsia al cadáver, que señala que la víctima recibió 27 martillazos en el cuerpo, 18 de ellos en la cabeza y rostro y otros 9 en los brazos y manos, cuando intentaba defenderse.
Las heridas, según el informe, fueron calificadas como "lesiones necesariamente homicidas", aunque sorprendentemente, el malogrado profesor no murió de forma inmediata, sino que agonizó toda la noche del sábado y parte de la mañana del domingo dentro de una bodega, hasta donde su agresor lo arrastró para ocultarlo.
ASFIXIA Y SOFOCACION
También, según otros antecedentes, el homicida al percatarse de que la víctima aún vivía, le ató a su cabeza dos poleras, que terminaron por causarle una asfixia por sofocación, la que en conjunto con los golpes del martillo, finalmente acabaron con su vida.
El cadáver fue hallado el lunes poco antes del mediodía, por la PDI, tras encontrar el vehículo particular de propiedad del profesor Castro en la población Pablo Neruda, hasta donde Ascencio lo trasladó el mismo sábado, abandonándolo en un pasaje.
La misma PDI lo detuvo -el martes enla mañana en la población Menzel, pero sin que hasta ahora se hayan recuperado otras especies que también robó al profesor.
A PRISION EN SILENCIO
Ascensio fue enviado ayer a prisión preventiva por seis meses, bajo los cargos del delito de robo con homicidio, exponiéndose a ser condenado a una pena de presidio perpetuo calificado (40 años).
Además, se le consideró un peligro para la sociedad, por lo que se dictó una medida preventiva a Gendarmería, para evitar que atente contra su vida dentro del recinto penitenciario, por la pena que puede recaer sobre él, de ser hallado culpable en el juicio oral.
La fiscal señaló que si bien habrá más diligencias por realizar en el caso, lo recabado hasta ahora -incluida una huella dactilar del acusado recogida dentro del vehículo de la víctima- "son pruebas inequívocas" de su autoría en el delito.
Ascensio optó ayer por guardar silencio, sin argumentar defensa o manifestar inocencia, valiéndose sólo de su abogada defensora penal públida, Pamela González, quien esgrimió que las pruebas de la Fiscalía no serían suficientes.