Limpieza en el centro
Con preocupación se observa en algunos sectores de la comunidad que Valdivia poco avanza en algunos aspectos relacionados con las actividades veraniegas y con la llegada de visitantes a la zona, que este año se han mostrado aparentemente en crecimiento, lo que deberá ser ratificado cuando se conozcan las cifras oficiales,
Por ejemplo, el centro de Valdivia queda permanentemente sucio, porque no solo cada noche se arrojan grandes cantidades de chaya, sino porque también aparecen desperdicios de todo tipo.
Otro tema lo constituyen los ruidos molestos, que se extienden hasta avanzadas horas de la noche, en medio de una total anarquía, en circunstancias que podría haber un esfuerzo para dar una orgánica para distribuir los lugares y los horarios a fin de dar espacio a los artistas, reconocidos o no, que desean exponen sus capacidades.
Se acerca la Noche Valdiviana y junto con el trabajo de autoridades y participantes aparecen los clanes dedicados al comercio ambulante que demarcan las calles a su entero amaño con el objeto de repartir entre sus miembros los lugares privilegiados, donde serán vendidos los objetos más extraños y escasamente relacionados con la zona y su festividad mayor. Por el contrario, las calles quedarán en buena medida cubiertas con artículos para el hogar, lo que además de constituir una competencia desleal para el comercio establecido se desarrolla a costa de imponerse sobre quienes intentan lo mismo, pero con menos fuerza en cuanto a número.
Estas situaciones no son nuevas. Por el contrario, se han registrado en la ciudad desde hace décadas, sin que haya sido posible lograr avances sustantivos en los afanes por dar a Valdivia un turismo de mayor calidad, donde tanto quienes viven en la ciudad como sus visitantes puedan reconocer un lugar que se presenta en igualdad de condiciones con otros puntos del país donde el panorama se ve mejor.
Valdivia tiene mucho que ofrecer, pero es fundamental que a los paisajes se agregue un ciudad que se vea ordenada y que sea modelo de limpieza.