Miel para curar las heridas
Daniel
Boroschek.
La miel tiene capacidad antibiótica: desde tiempo inmemorial se ha utilizado para el tratamiento de heridas en personas y animales.
Una investigación llevada a cabo en Suecia señala a un grupo bacterias lácticas del estómago de las abejas como la fuente de esa actividad antimicrobiana.
Es un grupo de 13 especies que vive en simbiosis con el insecto, en su flora intestinal.
Estas bacterias sólo están presentes en la miel fresca, no en la que se comercializa normalmente, en la cual las bacterias ya están muertas y no tienen tanta actividad antimicrobiana o antiséptica.
Esa propiedad de la miel permite que se le pueda utilizar en las heridas, evitando que se infecten. Por eso decimos que tiene una capacidad antibiótica de gran utilidad en caso de primeros auxilios, por ejemplo.
Por esto, si una mascota sufre alguna herida en casa, se puede hacer una primera curación lavando con suero o agua hervida, luego cortando pelos alrededor de ella y volviendo a lavar. Después se puede aplicar miel, ojalá fresca, y tendremos resultados sorprendentes.
Esto, por supuesto, no reemplaza la atención de un especialista, que evalúe la herida y determine una atención adecuada.