Desafíos del cambio climático
Impactantes son las imágenes que se aprecian a través de los medios de comunicación (www.soycopiapo.cl) de Copiapó y otras zonas de la región de Atacama, inundadas por los ríos desbordados. Donde hace pocas semanas había clamor y desesperación por la sequía prolongada del verano; ahora hay desolación por un temporal inusitado.
Mientras, en Los Ríos llegamos a un 93% de déficit hídrico, sin lluvias durante prácticamente tres meses, con todo el daño que eso causa al paisaje y a la producción lechera y agrícola. Las pérdidas en animales y siembras son enormes todos los agricultores, sin importar el tamaño de sus predios.
Por supuesto que estas situaciones impactan, pero no hay que olvidar que nos encontramos en medio de un proceso de cambio climático, causado en parte por la contaminación y el efecto invernadero; del cual estamos hablando durante al menos una década. Es decir, no hay sorpresa. La naturaleza se manifiesta en su realidad actual, con olas de altas temperaturas (hubo 30 grados en Valdivia el 24 de marzo) y con fenómenos liberadores de energía de corta duración como las tormentas eléctricas y chubascos intensos, tal como se registraron en Santiago y la zona norte.
Estos hechos serán cada vez más frecuentes y desafiarán al país y a la región a prepararse para enfrentar las consecuencias de ellos. Por ejemplo, una tarea urgente y transversal es cómo se manejará el acopio y utilización de agua, considerando la pluviosidad en baja y su concentración solo en algunos meses del año.
El gobierno ya anunció medidas en esta dirección en el marco de un paquete de iniciativas orientadas a las comunas en estado de emergencia agrícola. Serán 105 mil millones de pesos destinados a estos efectos, lo cual constituye una buena noticia, pero que debiera venir acompañada por celeridad en las decisiones y en los hechos.
Plantas desalinizadoras de agua, red de embalses, planes de riego direccionados, apoyo a los usuarios organizados, regularización de los permisos para la utilización del agua con prioridad en el consumo humano, son tareas urgentes, que no pueden esperar años. Ya no.