Armando Riquelme: Los vínculos de un violinista que llegó para quedarse
funciones. Tiene 29 años, integra la OCV desde sus inicios, es una de las piezas clave en la vía al profesionalismo de la Filarmónica Regional y en la formación de nuevos talentos en Cifan. Acá repasa los hitos de su relación con Valdivia.
Armando Riquelme recuerda que tras aprobarse el proyecto de creación de la Orquesta de Cámara de Valdivia (OCV) el 2010, recibió un llamado. A través de la línea le preguntaron si tenía tiempo para viajar a la capital de Los Ríos. Lo querían como músico invitado para los primeros conciertos de la OCV. Vino, cumplió y al volver al centro norte del país se dio cuenta que en Valdivia tal vez podría encontrar un lugar donde canalizar ciertas inquietudes personales.
Así fue como se escribió el primer hito en la vida del violinista de 29 años, cuya presencia está asociada a tres orquestas locales: es músico de planta de la OCV, concertino en la Filarmónica Regional de Valdivia y profesor de Cifan. En las tres, tiene ocupaciones donde ha podido incidir en los repertorios, la educación de nuevos talentos y la forma de abordar la música como una herramienta de crecimiento personal, sin presiones, ni ataduras.
"Valdivia me ha entregado las más lindas satisfacciones de mi etapa adulta", dice. Y agrega: "Acá he descubierto un compromiso tremendo con la música, que en casos como el de la filarmónica, sobrepasa lo netamente profesional. Es algo profundo".
antes
Riquelme vivió parte de su infancia en San Fernando. Fue ahí donde comenzó a tocar piano a los dos años y medio bajo la tutela de su padre, un músico aficionado. Jamás pensó que el arte sería una opción profesional. Pensó en estudiar medicina o arquitectura, pero igualmente terminó en el Conservatorio de Música de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) al que ingresó cuando tenía 12 años. Había cambiado el piano por un violín y recuerda que lo convencieron, para hacer un buen dúo con su padre. Y por que el instrumento sonaba mejor. "Mi papá fue el que insistió siempre en que me tome muy en serio la música, pero como un pasatiempo, más que como una profesión". Sin embargo, hubo señales que indicaron lo contrario, como el 2003 cuando obtuvo la beca Jorge Peña Hen que entrega la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile. El logro le valió una impensada figuración en el St Paul's School de Viña del Mar, donde cursaba su enseñanza media en ese momento y contribuyó a reforzar la idea de ser músico al fin de cuentas.
el cambio
Antes de sumarse a la OCV, Armando Riquelme fue integrante de la Orquesta de Cámara de la PUCV donde ganó experiencia profesional con solo 17 años de edad. Además desarrolló una temprana carrera como concertino, pero reconoce que se contagió con lo que llama "vicios de los artistas". "Por ejemplo, aspirar a metas que ni siquiera son parte de una historia personal, como por ejemplo irse a vivir al extranjero solo porque el resto lo hace y porque se supone que eso te convertirías en un mejor artista(...) estuve por un tiempo encerrado en eso, hasta que la vida me enseñó que la música no es una competencia. Es un medio, no un fin, además he aprendido a valorar la dimensión espiritual que tiene la música".
ahora
Venir al sur, era perder. Eso creyó Riquelme cuando decidió audicionar por un puesto en la OCV. Sin embargo, al percatarse que por ejemplo el ruido de Santiago y la competencia con sus pares eran factores de riesgo, se convenció de tomar la decisión correcta. Por eso, en marzo del 2013 debutó como parte estable del grupo local. "Durante su trayectoria, la orquesta se ha transformado casi en un ciento por ciento y tener un puesto en ella, es una satisfacción grande. Sin pensarlo, es algo que me vinculó con otras cosas igual de importantes en Valdivia". Una de ellas: la Filarmónica Regional que dirige Genaro Burgos.
Hace dos años la otrora concertino de la orquesta Leonie Kausel, convenció a Riquelme de reemplazarla como brazo derecho de Burgos. Al principio hubo escepticismo: "Solo sabía que esa orquesta existía y que era amateur. En cierta forma la propuesta de Leonie fue un halago, una especie de reconocimiento por decir que con mi trabajo estaba proyectando cosas positivas. Hasta ese momento no me sentía parte del ambiente musical local. Era como algo implantado en la ciudad. Ahora digo que soy valdiviano".
Armando Riquelme se incorporó a la Filarmónica en enero del 2014. Coincidió con la renovación de casi el 70% de los integrantes de la orquesta y fue la ocasión propicia para sumar aportes hacia el profesionalismo. Y desde el principio, dejó sus marcas. Por ejemplo, fue creado un reglamento interno y se implementó la modalidad de ensayos parciales. "La OCV fue esencial para venirme a Valdivia y siento que esta ciudad me ha dado tantas cosas importantes, que encontré en la filarmónica la manera de retribuir eso", dice. Y agrega: "Asumimos una administración diferente y me sumé a esa necesidad de generar instancias para que en el algún momento los músicos valdivianos puedan trabajar en su propia ciudad. Me enamoré del entusiasmo que tiene este proyecto. Se transformó en una academia orquestal, en la que puedo enseñarles a como enfrentar la vida de un músico profesional y también, todo los temas valóricos que hay en esta profesión. Hay una sensación bastante paternalista en todo esto y también muy gratificante. Se han conseguido cosas importantes, como consecuencia de un trabajo bien hecho y que la gente valora y respeta".
La importancia social de la música
El 2008 Armando Riquelme hizo clases por primera vez a niños. En Valdivia se reencontró con esa faceta al sumarse el 2013 como profesor de la Orquesta Infantil Juvenil Cifan y del Campamento Musical Marqués de Mancera en enero pasado. "Ambos son regalos que también me ha dado Valdivia. Son experiencias me han permitido conocer el impacto social que tiene la música. Es una herramienta muy poderosa, que puede ser positiva o negativa, dependiendo del uso", dice el violinista.
16 años
tenía Armando Riquelme cuando obtuvo la beca Jorge Peña Hen. Es uno de los hitos que en cierta forma reforzó la idea de convertirse en músico profesional.
5 conciertos
tiene agendados el violinista para mayo. El 16, 17 y 18 tocará con la Filarmónica Regional y el 27 y 28, con la Orquesta de Cámara de Valdivia.
2013 fue el año
en que el músico se integró a Cifan. Generó vínculos en la fundación y dos años más tarde fue invitado como profesor al Campamento Musical Marqués de Mancera.