El saber comunicarse en otro idioma genera más oportunidades de desarrollo personal; y en el caso de las personas mayores, las ayuda a validarse y por ende a mejorar su calidad de vida.
Un aspecto fundamental para aprender un nuevo idioma es la metodología. Así lo sostiene Luis Araya, docente de la carrera de Pedagogía Media en Inglés de la U. San Sebastián Sede Valdivia, quien asegura que "los adultos mayores aún son intelectualmente vitales, y una clave importante para evitar que ellos tengan un rol pasivo es que trabajen con nuevas metodologías y estrategias lingüísticas, para facilitar su aprendizaje. Y en este contexto, también es relevante la promoción de la educación permanente; la motivación es el impulso esencial para emprender el desafío de adquirir un idioma y disfrutar de sus múltiples beneficios".
Agrega que "antes que todo, un punto elemental a considerar es que cada estudiante tiene características peculiares que determinan estilos y ritmos de aprendizaje, por lo que los docentes debemos tener la capacidad y formación necesaria para seleccionar qué recursos conceptuales, metodológicos y operativos se deben emplear para hacer clases acordes a nuestros estudiantes, lo que repercutirá en un mayor o menor éxito".
ESTILOS COGNITIVOS
En cuanto a los procesos de aprendizaje del nuevo idioma, el académico Luis Araya subraya que "se deben tomar en cuenta los distintos estilos cognitivos, evaluar al sujeto según sus necesidades y estimularlo para adquirir las competencias y los saberes que le resulten de ayuda".
Por consiguiente, el docente precisa que "la llamada perspectiva centrada en la curva de la vida -que se basa en una lógica de evolución y acción-, está ligada a la expresión 'Life Long Learning', para indicar la educación permanente del adulto y poner énfasis en los procesos de aprendizaje, pasando la enseñanza a un plano menor".
"Es decir, se priorizan los distintos estilos cognitivos, se evalúa al sujeto según sus necesidades y se lo estimula para adquirir las competencias y los saberes que le resulten de ayuda a lo largo de toda su vida", explica.
BENEFICIOS
Respecto a los beneficios cerebrales de saber otro idioma, Araya expone que "se produce una mayor plasticidad cerebral que potencia el aprendizaje y la memoria. Estudios señalan incluso que retrasa o previene el Alzheimer, que se tiene más poder de concentración; y al estar en estado de gimnasia mental, permite manejarse en situaciones que implican realizar diversas actividades, y a veces simultáneamente".
VARIABLES QUE INFLUYEN
En cuanto a las variables que influyen en el aprendizaje, Luis Araya, indica que "los factores principales son los individuales, sociales o naturales, por lo que hay que ser tajante en señalar que en la búsqueda científica no existen estrategias metodológicas específicas para todos los momentos como así tampoco métodos indiscutibles".
"Sin embargo, un buen punto de partida, para el trabajo con los adultos mayores, puede ser la didáctica de la lengua humanística-afectiva, considerada casi exclusivamente para la enseñanza precoz de las lenguas extranjeras en niños. Aquí, es imprescindible conocer sus dinámicas afectivas, sus motivaciones y sus necesidades", sostiene.
"Se debe tomar en cuenta los distintos estilos cognitivos, evaluar al sujeto según sus necesidades y estimularlo para adquirir las competencias y los saberes que le resulten de ayuda"
Luis Araya
Docente de la carrera de
Pedagogía Media en Inglés de la U. San Sebastián sede Valdivia