Nueve días cumplieron ayer ocupando de forma pacífica una hectárea y media de terreno en el fundo Trafún, en la comuna de Panguipulli, los loncos Manuel Reinahuel y Genaro Peinepe, además del werkén Roberto Heinahuel y sus respectivas comunidades mapuches.

Los manifestantes dijeron que la ocupación es por una demanda de recuperación de terrenos ancestrales, pero fundamentalmente de un lugar donde tradicionalmente se hicieron rogativas, incluyendo algunos árboles sagrados.

DIALOGO DIRECTO

En esa misma línea, reiteraron que el ánimo de las comunidades es totalmente pacífico y que permanecerán en ese lugar -a unos 42 kilómetros de Coñaripe, al interior de la cordillera- "hasta que venga para dialogar con él, el señor intendente regional, Egon Montecinos. Queremos que también él gestione la presencia aquí (en Trafún) del director nacional de la Conadi", expresó Manuel Reinahuel.

La expectativa del grupo es poder reunirse con la máxima autoridad regional el próximo sábado, aunque hasta ayer no habían logrado contactarse con el intendente para verificar si estaba enterado o no de la invitación.

RECUPERACION

De acuerdo al cálculo de los loncos y el werkén el mencionado fundo Trafún tiene unas 13 mil hectáreas y que "por lo mismo, la idea es recuperar un buen número de ellas para nuestras comunidades, pero eso es algo que queremos hablar directamente con la autoridad".

"En 2011 ya protestamos, pero luego no se insistió hasta ahora por considerar que nuestra demanda es justa", puntualizó Genaro Peinepe.

PROTECCION

En carabineros, el comisario de Panguipulli, mayor Iván Echeverría, dijo que existe una medida de protección, dictada por el tribunal de esa comuna, desde el 26 de abril, cuando la administración del fundo, interpuso una denuncia por ocupación y daños que los manifestantes habrían provocado, enre ellos, la destrucción de un puente y la tala de 12 árboles que fueron lanzados para bloquear la ruta de acceso.

Un pastor evangélico que abusó sexualmente y violó a una niña de nueve años fue condenado ayer a cumplir un total de 8 años de presidio. La sentencia fue dictada por la primera sala del Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, presidido por la jueza Alicia Faúndez e integrado por las juezas Cecilia Samur y Gloria Sepúlveda.

Durante el juicio, que se efectuó la semana pasada, la fiscal María Consuelo Oliva acreditó que el acusado Aladino Alejandro Aillapán Punoy (64) cometió ambos delitos en su domicilio, cuando la menor se encontraba de visita en el lugar. La denuncia de estos hechos fue realizada por la madre de la víctima en abril de 2013, luego de que ésta le revelara en esa fecha que en 2009 había sido violada y abusada sexualmente por el acusado. La fiscal explicó que de todas las pruebas presentadas en el juicio, hubo tres que fueron claves para formar convicción en el tribunal sobre la responsabilidad del acusado. "El tribunal consideró en primer lugar la declaración de la víctima, quien dio un testimonio muy claro, convincente y coherente. Además, consideró el peritaje sexológico del Servicio Médico Legal que determinó que la menor había sido víctima de una penetración vaginal antigua, y en tercer lugar, los testimonios de los psicólogos que efectuaron peritajes psicológicos a la víctima, quienes explicaron que su relato sobre los hechos es creíble y válido y acreditaron la extensión del daño causado a la niña", precisó la fiscal del Ministerio Público.

Por el delito de violación, el tribunal condenó a Aillapán Punoy a cumplir una pena de 5 años. En tanto, que por el abuso sexual le impuso una pena de 3 años. Ambas penas deberán ser cumplidas de manera efectiva (sin beneficios) por el acusado.