Actualidad de las mipymes
Guillermo Medina
Considerando que las micro y pequeñas empresas de nuestra región son casi 17.000, es recomendable preguntarse ¿en qué están hoy estas empresas que han sido apoyadas por la institucionalidad de fomento en la zona?
Desde que se es nueva región, se comenzó a cumplir el anhelo de muchas Mipymes locales, respecto de que a partir de ese momento se contaría con una cantidad mayor de recursos para apoyarlas en su actividad emprendedora, y en estricto rigor así fue. Existe un mayor acceso a recursos, pero cuántos de éstos generaron reales impactos en el largo plazo en quienes los recepcionaron, y cuántas de ellas continuaron con la senda de trabajo que tenían trazada. El solo ingreso a caja de capitales frescos para inversión no asegura un impacto y permanencia en el tiempo. Hoy en día, las herramientas como planes de negocio se han transformado en un mero trámite y requisito para acceder a recursos, sin que la mayoría incorpore esta práctica en su quehacer cotidiano como empresa. Si bien la mayoría de los programas de apoyo plantean un seguimiento dentro de lo que el presupuesto permite, los tiempos de éstos no alcanzan para lograr evaluar impactos a largo plazo.
Otro punto importante es que actualmente se prioriza a través de programas estratégicos, donde se encuentra el sector alimentario con valor agregado, el turismo y las industrias creativas. Toda esta focalización de los recursos me parece bien, ya que tendrán un mejor acceso para capitalizar recursos. No obstante, cabe preguntarse qué ocurre con aquellos emprendimientos que no están bajo este paraguas estratégico. ¿Existen políticas para los otros?
Está la certeza de que es posible ir mejorando cada vez en el apoyo a las empresas locales, pero debemos saber como lo hemos hecho hasta hoy, más allá de aparecer con grandes sumas de dinero asignadas.
Opinión