Al Vuelo: en pleno centro

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En la esquina de Yungay con Maipú, pasó horas tirado el cuerpo de este enorme ratón. Obviamente, fue aplastado varias veces por los autos que pasaban y la escena final de su historia se vio bastante macabra. Nadie lo limpió hasta el día siguiente. Fuerte imagen, para recordar que hay al menos cinco roedores como él, por cada persona.