La vacunación: más vigente que nunca
La inmunización es una de las estrategias de salud poblacional más exitosas en la historia de la humanidad. No obstante, cada año son millones las vidas que sucumben ante infecciones asociadas a virus, bacterias y otros microorganismos alrededor del mundo. Continentes enteros que lloran la pérdida de sus seres queridos, niños que no alcanzan a ver sus sueños convertidos en realidad.
En el pasado las cifras eran desesperanzadoras. Pandemias parecían existir sólo con el propósito de arrasar poblaciones enteras y, con ello, el legado intelectual de grandes filósofos, artistas, científicos y otros personajes de la antigüedad. Con el paso del tiempo, el instinto de supervivencia se hizo latente en unos pocos quienes con esfuerzo desarrollaron una herramienta que ha permitido salvar millones de vidas.
La Organización Mundial de la Salud estima que la vacunación evita la muerte de 2 a 3 millones de personas cada año, siendo una de las estrategias sanitarias más costo-efectivas y de mayor éxito alrededor del planeta. Las tasas de mortalidad por enfermedades como el sarampión, tétanos, tos ferina y difteria, entre otras, han ido en franca disminución en aquellos países que han implementado su vacuna, y asimismo, siguen siendo cuantiosas las vidas que se han perdido en aquellas poblaciones que no cuentan con políticas de salud pública que contemplen esta clase de medidas.
El desarrollo de programas sanitarios por parte de distintos organismos a nivel mundial, como el trabajo en universidades como la nuestra ha permitido crear conciencia sobre la importancia de la inmunización como intervención de salud pública, permitiendo no sólo proteger a la población contra determinados agentes infecciosos, sino también brindar la oportunidad de aplicar otras clases de medidas con el fin de salvar vidas, tales como suplementos vitamínicos para combatir la desnutrición o charlas sobre medidas de higiene para prevenir el contagio de enfermedades por contacto con elementos contaminados.
La salud pública termina siendo una responsabilidad, no solamente de quienes la entregan, sino también de cada una de las personas que buscan hacer de este un mejor lugar para vivir, con un problema menos para tener en cuenta, un lugar donde un niño pueda ver su sueño hecho realidad.
Jonathan Baeza
Columna