Cae microtraficante acusado de asesinar a uno de sus clientes
estaba prófugo. Sujeto de 59 años, con nutrido prontuario, era buscado por los detectives desde diciembre de 2014.
Después de buscarlo durante seis meses, detectives de la Brigada de Homicidios de la PDI, detuvieron a un sujeto de 59 años, sindicado como microtraficante y el autor material de la muerte de un hombre de 31 años, al que vendía drogas.
Se trata de Juan Crespo Muñoz, quien al momento de ser detenido por la BH, caminaba por un camino rural en las afueras de Valdivia, hacia una vivienda donde se mantenía oculto. Los detectives cayeron sobre él, sin darle tiempo a reaccionar, y tampoco a oponer resistencia, pasando de inmediato a disposición del Juzgado de Garantía.
FIERRAZO EN EL PECHO
Crespo estaba acusado de enterrar un fierro en el pecho a Claudio Pérez González, quien el 6 de diciembre de 2014, acudió a la casa del homicida, en la Población Norte Grande en Las Ánimas, a comprar droga.
Sin embargo, por razones que ahora son parte de la investigación, ambos hombres riñeron hasta que Crespo atacó con un fierro a la víctima, la que tras recibir el violento golpe en la región toráxica, alcanzó a caminar unos metros, cayendo mortalmente herido en la esquina de los pasajes Chuquicamata y Mamiña.
CON ANTECEDENTES
Pérez falleció en el trayecto al hospital. Era un carpintero, soltero, vivía en la población El Laurel y también tenía antecedentes en la policía por robo con violencia y otros delitos. Juan Crespo, de oficio campero, fue enviado a prisión preventiva por el tribunal, al Complejo Penitenciario de Llancahue, tras ser formalizado por el delito de homicidio. Mientras, en un plazo de 90 días, se desarrollará la investigación para esclarecer los motivos de la pelea con la víctima y las circunstancias de la mortal agresión.
El imputado ya tiene antecedentes por tráfico de drogas, giro doloso de cheques, quebrantamiento de condena y robo con intimidación.
Disfraz con barba y un gorro
El comisario Héctor Marín, jefe de la BH, señaló que la detención de Crespo, fue el resultado "de la perseverancia policial que funcionó, pese a que el hombre se ocultaba tras un disfraz con barba y un gorro, para despistar". Además, explicó que Crespo cambiaba permanentemente de domicilio y hasta perdía el contacto, tanto telefónico como físico, con sus familiares, sabiendo que era seguido por los detectives.