Nueva política habitacional
Cuando asumimos el gobierno el año pasado y pudimos reunirnos las autoridades regionales y nacionales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo entre las muchas cosas que concordamos, era la necesidad de generar una transformación a nuestros diferentes tipos de subsidios habitacionales, pues la política habitacional que heredamos no respondía a la necesidad de nuestras familias.
La Ministra Paulina Saball tomo el tema con energía, colocando urgencia al estudio de su transformación y generando una nueva política habitacional para el periodo 2014-2018, . Por eso nuestra política habitacional tiene tres ejes principales: Viviendas adecuadas, barrios integrados y espacios públicos de calidad.
Así, para poder avanzar en el tema de viviendas, a principios de año se logró la modificación de los subsidios para vivienda nueva (DS49), se creó el programa espacial de reactivación económica e integración social (DS116) y hace poco se logró la modificación del subsidio para clase media y emergente (DS01) para adquirir viviendas nuevas y usadas. Además ya están en proceso de toma de razón por la Contraloría General de la República, las modificaciones al subsidio de mejoramiento de viviendas y barrios (DS107, ex DS255 del Programa de Protección al Patrimonio Familiar) y el nuevo programa habitacional rural.
Un esfuerzo orientado a crear proyectos habitacionales de mejor calidad, con proyectos que respondan a una acción planificada de desarrollo urbano, generando espacios públicos de calidad y con buenos accesos a equipamientos, sobre todo de salud y educación, que favorezcan la integración social y la equidad territorial. Para poder hacerlo era necesario aumentar los montos que entregaban en cada uno de nuestros subsidios, permitiendo un mejor acceso de las familias a sus beneficios, valorando el esfuerzo individual, reconociendo las diferencias geográficas.
Pero nada de esto tiene sentido si no logramos como Ministerio de Vivienda y Urbanismo generar el diálogo directo con nuestros comités de vivienda, para reconocer nuestras dificultades regionales y locales, para en conjunto buscar la mejor manera de resolverlas y generar el mejor proyecto habitacional posible. Un gran y bonito desafío que afrontamos con alegría, pues cada vez que sacamos un proyecto adelante es un incentivo a seguir avanzando.
Carlos Mejías
Columna