EL DESEO SEXUAL TAMBIÉN ESTÁ PRESENTE EN LA TERCERA EDAD
un enfoque científico. La docente de la USS Maricela Pino analiza y derriba mitos que se han tejido respecto de la capacidad de goce en esta etapa de la vida.
El deseo sexual y la atracción están presentes a lo largo de toda la vida y entregan diferentes beneficios, que van desde ayudar al estado de ánimo, hasta activar al sistema inmune.
La población chilena se encuentra en una transición demográfica avanzada, en que los adultos mayores representarán un 17,3% de la población general el año 2020, de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadísticas.
Al aumentar las expectativas de vida en la población, resulta fundamental realizar estrategias educativas que permitan abordar aquellos aspectos que inciden directamente en la calidad de vida de las personas y en una de estas dimensiones se encuentra la sexualidad.
Maricela Pino, académica de Obstetricia de la Universidad San Sebastián, explica que "la sexualidad en la tercera edad es una temática sobre la que existe una serie de creencias y prejuicios, por lo cual es relevante educar en estos aspectos para que los adultos mayores puedan empoderarse de sus derechos sexuales y reproductivos".
En esa línea, la docente aclara ciertos mitos sobre la sexualidad en los adultos mayores. "En éstos existen necesidades sexuales, persiste el deseo, placer y atractivo. Los seres humanos nacemos y morimos sexuados; por ello, creer que esta necesidad no existe, muchas veces tiene que ver con un prejuicio, más que con una realidad", asegura.
Respecto a si la actividad sexual puede ser perjudicial para la salud de los adultos mayores, la docente indica que "al contrario, existen beneficios asociados al placer, como por ejemplo que hace sentir feliz, elimina el dolor, regula el insomnio y la depresión, favorece la activación del sistema inmune y mejora el clima de las relaciones interpersonales".
CAMBIOS
No obstante, Maricela Pino precisa que "el envejecimiento trae consigo una serie de cambios en la respuesta sexual del ser humano. En los varones puede existir una disminución del deseo y las fases de erección y la eyaculación pueden tardar más tiempo. Pero pese a estos cambios, sí existe la posibilidad de mantener actividad coital, inclusive existe un número importante de adultos mayores que mejora su experiencia sexual durante la adultez".
En el caso de las mujeres mayores de 65 años, la profesional enfatiza que "al igual que en el varón, la respuesta sexual de las mujeres presenta cambios como disminución del deseo y dificultades en la lubricación, que se deben a factores psicosociales y a bajas hormonales. Sin embargo, pese a esto, sí pueden reaccionar sexualmente frente a estímulos eróticos. Es más, persiste su capacidad multiorgásmica".
En definitiva, la académica de la USS insta a dar un nuevo significado a la tercera edad. "Debemos entender que la tercera edad es una etapa de la vida donde las capacidades de las personas evolucionan en distintas direcciones, algunas se deterioran, otras se enriquecen y algunas se mantienen. No todos los adultos mayores evolucionan de la misma manera", puntualiza.
Pino expresa finalmente que "es fundamental darle un nuevo significado a la tercera edad como la etapa del reencuentro con la pareja, de nuevas experiencias del erotismo, la edad de la madurez y de la plenitud. Debe considerarse el concepto amplio de la sexualidad, donde se posibilite el placer por el contacto corporal global y la comunicación, así como de la seguridad emocional que da el sentirse querido, donde el coito puede o no puede ser parte de esto".
"En los adultos mayores existen necesidades sexuales, persiste el deseo, placer y atractivo. Los seres humanos nacemos y morimos sexuados".
Maricela Pino Académica de Obstetricia Universidad San Sebastián