Editorial
Los Molinos, Esmeralda y Comercio de La Unión serán intervenidos. Todos ellos requieren de obras de acompañamiento. Es necesario coordinar las acciones, para que las inversiones públicas efectivamente se sumen y no sean esfuerzos aislados.
Desafíos del plan Barrio Comercial
Hace algunos días fue lanzado en la costanera de Los Molinos el programa Barrio Comercial, que permitirá a los locatarios del sector desarrollar proyectos asociativos de mejoramiento de su trabajo. La iniciativa es parte de un plan regional que considera una inversión de 3 mil 600 millones de pesos, en su primera parte, en el cual también están incluidos el Barrio Esmeralda de Valdivia y el Barrio Comercio de La Unión, con el apoyo de Sercotec. En una segunda etapa, para los próximos tres años, el programa contempla la inversión de 30 mil UF por barrio, con el apoyo del ministerio de Vivienda y Urbanismo. La idea es que las áreas comerciales con arraigo local puedan crecer y proyectarse en el tiempo, generando empleo, convirtiéndose en polos de atracción de inversiones y emprendimiento.
El lanzamiento en Los Molinos contó con una ceremonia muy bonita y la degustación de la gastronomía típica del lugar, pero también en la oportunidad quedó planteada una reflexión que hizo el senador Alfonso de Urresti y que comparten muchos de los dirigentes del área costera valdiviana, sobre la urgencia de mejorar aspectos básicos del área, como los caminos de acceso y el alcantarillado, a la par que se efectúa otro tipo de inversiones.
Actualmente, la ruta costera hacia Niebla Los Molinos presenta problemas viales serios, que no se condicen con su realidad como uno de los caminos más transitados -proporcionalmente a la población- de Chile, ni con la apuesta de la región por el turismo como actividad económica de largas proyecciones.
Lo mismo pasa con las urbanizaciones de los terrenos habitables, que no crecen a la par de la ocupación que se hace de ellos y presionan los sistemas sanitarios, al punto de provocar emergencias como las vistas pocos meses en las cercanías de la playa grande.
Urge, entonces, mejorar esas realidades; a la par que se llevan adelante otras iniciativas importantes, pero que necesariamente deben coordinarse, para que las inversiones públicas efectivamente se sumen y no sean esfuerzos aislados.
El programa de Barrios Comerciales es una gran noticia para la región y, evidentemente, plantea desafíos.