Hace un año, en el Parque Saval de Valdivia fueron recolectadas 16 toneladas de basura electrónica, en la segunda campaña impulsada por la municipalidad local, la Universidad Austral y la seremia de Medioambiente. Pronto debiera realizarse una tercera versión de la iniciativa y es probable que la recepción sea aún mayor, pues Los Ríos no está ajena a la realidad que vive Chile, como uno de los principales productores latinoamericanos de "e-waste".
Según estudios de Naciones Unidas, cada chileno genera 9,9 kilos anuales de este tipo de desechos, que incluyen desde electrodomésticos, a pilas, pasando por celulares viejos, videojuegos en desuso, cables y cargadores que no sirven, entre otros materiales. La cifra es alta si se compara con los 5,9 kilos anuales que constituyen la media mundial; además de ser un peligro latente, pues todos esos implementos tienen metales pesados y componentes que son dañinos para la salud de las personas (arsénico, mercurio, plomo, cadmio y otros) y presentan agentes contaminantes graves, si llegan a los vertederos tradicionales o toman contacto con la naturaleza.
Para evitar lo anterior es muy importante el reciclaje, servicio que en Chile solo cumplen algunas empresas en convenio con los municipios (Chile recicla, Chilenter), que se hacen cargo de la recepción, acopio, recuperación de algunas piezas y disposición final adecuada de los restos. Lamentablemente su labor no es cercana a la comunidad y la mayoría de las familias no sabe qué hacer con sus aparatos antiguos o con fallas.
En tal escenario, la recomendación inicial es no botar los aparatos con la basura de la casa, menos llevarlos a sectores apartados donde hay vertederos clandestinos. Es necesario hacer un esfuerzo por disponer pilas y baterías en centros de recepción (universidad, terminal de buses) e informarse sobre instituciones que ayuden a reciclar. También, estar atentos a las campañas impulsadas en esta dirección, las cuales debieran multiplicarse en el tiempo y extenderse también a los barrios en forma periódica, considerando que este tipo de materiales crece exponencialmente. Más de lo que podemos manejar.