En total 578 corraleños fueron evacuadas tras la alerta de tsunami
OFICIAL. De ellas unas 40 fueron alber-gadas en el Liceo Carlos Haverbeck.
Sin mayores complicaciones se desarrolló el protocolo de evacuación en la comuna de Corral, registrándose un total de 578 personas que debieron refugiarse en casas de familiares o en el Liceo Politécnico Carlos Haverbeck Richter, que es el recinto oficial de reunión en caso de necesidad.
Así lo detalló el alcalde Gastón Pérez, quien manifestó estar "muy conforme por el comportamiento que tuvo la gente, actuando en forma adecuada y según el trabajo que se ha hecho con el comité comunal de emergencia".
Dijo que tan pronto como se supo de la alerta de tsunami para las costas chilenas, se convocó a dicho comité "para entregar una serie de lineamientos y más que nada tranquilizar a la gente, que estaba muy asustada, sobre todo porque en la memoria colectiva está siempre presente el recuerdo de la tragedia que produjo el terremoto y el maremoto de mayo de 1960".
Sin clases y sin desfile
En el caso del hospital, situado en la localidad de San Carlos, Pérez señaló que "se evacuó a 11 personas hacia la escuela del sector". Además, como consecuencia de la alerta, se suspendió las clases en todos los establecimientos educacionales de la comuna, "lo que significó también no realizar el desfile de Fiestas Patrias". En este sentido, aseguró que esta actividad fue reprogramada para el 22 de septiembre.
El alcalde aprovechó de agradecer especialmente el trabajo de las tres compañías que conforman el Cuerpo de Bomberos de Corral, y felicitó también a los habitantes de Isla del Rey, "quienes por propia iniciativa vararon sus embarcaciones y se organizaron, disponiendo como refugio la escuela de Carboneros".
Testimonios de algunos vecinos
En Corral Bajo, la funcionaria del hospital local Gladys Oyarzún contó que "como vivimos en un sector bajo la cota 30, tuvimos que trasladarnos hasta Corral Alto con mi marido y mi mamá. Estuvimos allí hasta como las 12 de la noche". En Amargos, el presidente de la junta de vecinos del sector, Carlos Triviños, dijo haberse preocupado sobre todo por sus vecinos, "porque cada vez que suena la sirena, llega la reminiscencia del terremoto de 1960". Y en el hogar de los Vera Altamirano, ubicado en el sector de Huape, "nos quedamos en casa, a pesar de que una camioneta municipal nos avisó de ir al cerro".