Pablo Santiesteban Soto
Un precedente judicial en el ámbito deportivo es lo que se instauró con el caso del árbitro reumenino Sergio Pinela, quien será indemnizado monetariamente por dos personas que lo agredieron cuando arbitraba un partido del campeonato de fútbol rural de Paillaco, el 12 de octubre de 2014. Pinela no quiso quedarse con las sanciones deportivas y llevó su caso al Juzgado de Letras y Garantía de Paillaco que sentenció a los agresores a una multa de 1 UTM. Además, Pinela emprendió una segunda diligencia en el mismo juzgado que finalmente decretó el pago de 350 mil pesos como compensación por la situación que vivió.
Pinela contó que durante un partido del campeonato rural paillaquino en una jugada expulsó a un futbolista del club Chilenito de El Llolly y que el hijo de éste, que también estaba jugando, le propinó por la espalda un golpe de puño en la nuca, que lo dejó inconciente. A continuación el padre intentó darle otro puñetazo, pero le rozó la mejilla hasta que llegaron otras personas y alejaron a los agresores.
El árbitro dijo que constató sus lesiones en el Hospital de Paillaco y que después puso una denuncia ante Carabineros, la que siguió su curso normal en la Fiscalía y en el Juzgado de Letras y Garantías de Paillaco.
Los agresores acudieron a la Corte de Apelaciones, pero su recurso no fue aceptado.
Esta es la primera vez que un árbitro de fútbol amateur llega a este tipo de instancias, más allá de los castigos deportivos.
Un ejemplo
Sergio Pinela dijo que hace 15 años está dedicado al arbitraje en el fútbol amateur y que ha tenido la satisfacción de ser invitado a campeonatos nacionales que organiza la ANFA, pero que nunca había sufrido una agresión como de la que fue víctima.
"He visto que en este último tiempo se está haciendo recurrente esto de agredir a los árbitros en los campeonatos amateur. Yo sé que mis dos agresores fueron sancionados, pero ya cumplieron sus castigos y volvieron a jugar por el campeonato rural", dijo y que por lo mismo decidió seguir el paso judicial para sentar un precedente e instar a sus colegas a seguir su ejemplo y parar la violencia contra los jueces del fútbol.
"Creo que no llegamos a nada si no hacemos una denuncia, por eso le pido a mis colegas árbitros que sigan este tipo de recursos adelante" dijo y enfatizó: "hay que sentar un precedente porque sólo así van a pensar dos veces antes de pegarle a un árbitro".
Preocupado por las deserciones
Sergio Pinela dijo que por culpa de la violencia contra los árbitros los elementos jóvenes se retiran de la labor referil. Recordó el caso del prometedor juez Nicolás Mujica, agredido en Los Lagos, situación que finalmente lo motivó a dejar esta labor y dedicarse a su profesión de docente. También recordó la agresión que sufrió en Malalhue el dirigente de los árbitros valdivianos Ricardo Rochow.