Puente Pedro de Valdivia
El estado de abandono del puente Pedro de Valdivia lo ha vuelto extremadamente peligroso. Personalmente en el último año envié nueve comunicaciones oficiales advirtiéndolo; el informe sobre el daño estructural del año 2011 elaborado por el MOP también es lapidario. Por otra parte, aún no se resuelve la licitación para estudio del eje Alemania-Los Robles que podría aventurar una solución de largo plazo, pero que en ninguna medida arregla la actual contingencia.
Un nuevo colapso es inminente este verano que viene. Hace tres años hay un proyecto listo de mejoras parciales elaborado por el municipio y Serviu, a través de Circular 33, pero inexplicablemente sigue sepultado en algún rincón del gobierno regional.
La gente no quiere más promesas. Bien que se hagan estudios, pero mientras tanto se necesitan medidas concretas para al menos reparar lo que a toda obviedad está dañado como los accesos y el rodado. Y esto debe hacerse antes que se inicie la temporada alta. Porque no vaya a ser que junto con lamentar los nuevos tacos, también tengamos que lamentar un accidente de proporciones por falta de diligencia.
Bernardo Berger Fett Diputado
Colusión
La colusión del confort huele muy mal. Los actos corruptos de algunos industriales y políticos nos tienen más arriba del "matte".
Qué bueno que la presidenta Bachelet haya condenado duramente este caso, al igual que lo hizo en el caso Caval. Los chilenos de a pie sólo nos queda confiar en los Tribunales de Justicia para que condenen a estos individuos.
Mauricio Pilleux Dresdner mpilleux@telsur.cl
Colusión II
Definitivamente, los empresarios chilenos que se han coludido están en un momento muy desagradable e incómodo. Se les acabó el "papel" de honrados, esforzados y comprometidos con Chile en medio de sus tardías evacuaciones de autoculpas.
Ahora deberán arreglarse con lo que tienen más a mano, es hora que ellos vivan los mismos problemas que sufren todos los chilenos que se quedan sin papel, por culpa de sus gravísimas irregularidades con el fin de lucrar en extremo.
Es de esperar que ahora nuestra justicia ejecute el papel que le corresponde en plenitud y evacue las sanciones que se hacen merecedores los infractores bajo nuestro marco jurídico.
Luis Enrique Soler Milla
Deporte
El deporte interpretado correctamente es un vehículo que enseña, que educa, un referente en la vida de muchas personas, enseña a ser más fuerte, a superar adversidades, a respetar las normas de juego, a respetar al contrario y por sobretodo enseña a ganar con humildad y a perder con orgullo.
Sin embargo, el deporte más popular del mundo, nuestro querido fútbol, está plagado de cultores que simulan faltas inexistentes, que exageran cualquier roce o foul, que propinan golpes violentos y mal intencionados a sus ocasionales adversarios, que celebran un gol con la mano, que insultan a medio mundo y que ante partidos llamados clásicos no trepidan en señalar que "hay que ganar como sea". Todo esto para engañar al árbitro y sacar ventaja ante los rivales de turno.
Por supuesto, jugadores, entrenadores, periodistas y aficionados, no todos obviamente, pero una mayoría importante, dicen que todo esto es parte del fútbol, que en el fútbol hay que ser "vivaracho", "tener calle", "ser pícaro". No es de extrañar entonces que en el fútbol el juego sucio y una conducta antideportiva son comunes desde los patios de un colegio hasta los partidos del más alto nivel.
Como contrapartida, que gratificante resulta ver deportes donde todo lo anterior, cuando ocurre, son hechos aislados. Un ejemplo maravilloso de espíritu deportivo lo dan los partidos del mundial de Rugby en Inglaterra. Algunos jugadores salen sangrando, algunos lesionados, otros adoloridos, pero todo es producto de la naturaleza del juego, del roce permanente, nada obedece a juego sucio o mal intencionado. Incluso, al finalizar los partidos el equipo ganador hace un "pasillo humano" para aplaudir al derrotado y luego éstos hacen lo mismo para homenajear al ganador. En cada partido, por muy importante y disputado que sea, sus cultores se desempeñan siguiendo un conunto de valores orientadores que guían sus actitudes y comportamientos, es una ética que da al deporte sentido, consecuencia y valores.
Por supuesto, todas estas afirmaciones y términos como deportividad, rivalidad, compañerismo, éxito o fracaso, están sujetos a una percepción personal y ésta es la mía.
Guillermo Bittner gbittner1964@gmail.com
Preguntas
¿Cuántas campañas políticas financió la colusión del papel higiénico?
¿Cuántos parlamentarios, concejales, Cores y presidentes le deben su puestos a estos monopolios?
¿Cuántos asesores dieron buenas ideas a las autoridades?
Guillermo Toledo gtoledo@gmail.com