Pablo Quintana Villanueva
La Feria Persa de Valdivia, ubicada en calle Yungay, cumplió treinta años de vida el 31 de octubre. Del balance que hicieron miembros de la directiva del sindicato que acoge a los locatarios, surgieron algunos puntos en común. El principal, es que todavía esperan que se concrete la iniciativa de construir un edificio definitivo para albergar sus puestos, tal como era la idea original.
Galpón provisorio
Según cuenta el presidente de la organización Luis Jara, "la feria nació de la presión que ejerció el comercio establecido sobre el alcalde de la época, Eduardo Schild, para sacar a los vendedores de las calles. Y él tuvo la gran idea de levantar este galpón: aunque no éramos más de 40 personas, entraron muchas más e iniciamos la feria con 65 locatarios".
Subrayó que la medida era de carácter provisorio. "La idea era levantar después un edificio definitivo, pero nunca se logró ejecutar. Sin embargo, con el galpón se acabaron nuestras andanzas, porque nos llevaban presos matinée, tarde y noche y nos quitaban la mercadería", dijo.
"Un día nos pusimos de acuerdo y cada vez que venían los camiones a llevarnos, nos subíamos solitos a ellos. Más tarde, conversamos con don Eduardo y nació la idea de tener una identificación para los vendedores ambulantes. Nunca más nos llevaron presos y luego surgió la Feria Persa", recordó.
Evaluación
La secretaria del sindicato, Praxedes Fabiola Benítez, señaló que en tiempos del alcalde Gonzalo Espinoza "se destinó cierta cantidad de plata para hacer un edificio, pero como estaba el asunto de la deuda a los profesores, el municipio destinó la plata a esto y nos dejaron botados".
A pesar de ello, reconoció que se han efectuado algunas mejoras: se cambió parte del techo y algunas cerámicas del suelo, instalaron gomas en los pasillos para evitar caídas y una reja de protección peatonal en la vereda. "Esperamos que transformen este lugar y nos hagan locales decentes y definitivos, o sea, un edificio como se había propuesto en un principio", añadió.
Inquietudes
Otro gran dolor de cabeza que tienen los locatarios de la Feria Persa de Valdivia es el comercio desarrollado por vendedores ambulantes.
"En estos últimos años, nuestra ciudad se ha visto invadida por gente que hace comercio ilegal. Esto claramente es competencia desleal contra nosotros, que nos hemos esforzado por años para cambiar esa situación de origen; muchas veces, por culpa de esa gente, no ganamos lo necesario para el día, sobre todo en el invierno", aseguró.
"Actualmente es mejor trabajar en la calle, porque no se paga ningún impuesto y se trabaja en las horas 'peak'; mientras que nosotros estamos obligados a trabajar más horas que ellos y ganamos menos", se lamentaron los dirigentes.
Más que colegas, una familia
La secretaria del sindicato de la Feria Persa de Valdivia, Praxedes Fabiola Benítez, sostuvo que el desempeñarse en este recinto "ha sido una buena experiencia, porque en resumidas cuentas somos todos una familia. Hay que pensar que cada uno de los locatarios estamos más entre nosotros mismos que con las familias, porque estamos desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde. Hay camaradería".
"El domingo 29 de noviembre haremos una corrida familiar para celebrar estos 30 años, y que partirá en calle Yungay"
Luis Jara, Pdte. Sindicato Feria Persa