La Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores de la PDI detuvo a en la comuna de Paillaco a seis individuos acusados por su presunta participación en el delito de violaciones reiteradas y abusos sexuales en contra de dos menores de edad y por espacio de diez años.

El grupo fue formalizado en el Juzgado de Garantía por el fiscal Marcelo Leal, quien pidió la prisión preventiva durante cuatro meses y mientras realiza la investigación para esclarecer la responsabilidad que cada uno de los sujetos tiene en los hechos denunciados.

El caso quedó al descubierto porque una de las niñas, que hoy tiene 16 años, cayó en una profunda depresión, intentando quitarse la vida, debiendo ser internada de urgencia al Hospital de Paillaco.

Denuncia agresiones

Fue en ese lugar donde confesó lo que sucedía con ella y su hermana, hoy de nueve años de edad, y por casi una década, y que también confesó que sufría las agresiones sexuales, por parte de dos de los detenidos.

Según la investigación policial, todo comenzó en 2001, cuando la madre de las niñas, inició una relación de convivencia con un individuo, siendo hasta entonces mamá sólo de una de las pequeñas.

Sin embargo, en 2006 nació la segunda hija, por lo que la familia del conviviente comenzó a visitar a la pareja, aprovechándose los detenidos para atentar sexualmente contra la mayor de las hermanas y bajo amenazas, evitando de esa forma que contara lo ocurrido.

La madre de las niñas dijo finalmente a la PDI que fue "el padre de mi pareja el primero en violar a mi hija mayor, diciéndole que era una manifestación de cariño".

Juan Vargas Oñate

Mediante un exhorto de la Corte de Santiago declaró ayer en la Corte de Apelaciones de Valdivia, el obispo de Osorno, Juan Barros, en el marco de la denuncia presentada contra la Iglesia por los querellantes del llamado caso Karadima.

El prelado permaneció por más de tres horas y media en la sala del pleno del tribunal de alzada valdiviano, declarando ante el ministro visitador Marcelo Vásquez

En dicha instancia y de acuerdo a los antecedentes recabados por la prensa, Barros descartó haber presenciado los abusos sexuales, psicológicos y ministeriales de los que fueron víctimas James Hamilton, José Andrés Murillo y Juan Carlos Cruz.

Al respecto, la abogada demandante en este caso, Grace Schmidt, y quien estuvo presente durante el interrogatorio, ratificó también que "en todo momento y en varias de sus respuestas evasivas y ambiguas, el obispo insistió en desmarcarse de Karadima, haciendo ver que no se siente parte de su entorno".

Solo una misa juntos

"En su declaración él sólo habría admitido como cercanía con Karadima el haber alguna vez celebrado una misa juntos, negando de paso una investigación canónica hacia su persona, dispuesta por el Vaticano", apuntó la misma jurista, quien sobre este mismo punto adelantó que ya están solicitando al Vaticano unos exhortos para contrastar lo que sostiene el obispo cuando niega dicha investigación.

También y dentro de otras diligencias, pedirán a la Corte en Santiago el acceso a algunos archivos secretos en los que figurarían nombres de otros prelados de la iglesia chilena, vinculados al Caso Karadima.

"obispo encubridor"

En paralelo a la declaración de Juan Barros en el tribunal, en el exterior de la corte un grupo de 35 osorninos laicos gritaban que "un obispo encubridor no puede ser pastor", extendiendo lienzos llamando a monseñor Barros a renunciar a su cargo como líder de la Diócesis de Osorno.

En esa línea, el concejal Carlos Vargas, dijo que junto con manifestar públicamente su rechazo al obispo, el grupo viajó a Valdivia para entregar una carta a Juan Barros, lo mismo que una invitación para que reciba el próximo fin de semana a Juan Carlos Cruz, una de las víctimas abusadas por Karadima, que visitará Osorno.

La carta

En parte de la carta, cuya misión de entrega la tenían Marianela Bravo y Silvana González, también de la Agrupación de Laicos, se afirma que Cruz, en otra misiva enviada al Nuncio Ivo Scapolo, en febrero de este año, le dice: "Juan Barros, usted estaba parado ahí, cuando Karadima nos toqueteaba. El mismo se toqueteaba con Karadima, incluso se daban besos de repente. El veía todo esto y lo encubrió".

Sin embargo, ni la carta ni la invitación se la pudieron entregar ayer, ya que el religioso salió alrededor de las 12.30 horas de la Corte, igual como entró, poco antes de las 9 horas, por el subterráneo del edificio y al interior de un vehículo, oculto y esquivando a todo el que intentara acercarse.

El fiscal Marcelo Leal explicó que por el momento se ha prohibido revelar la identidad de los detenidos, fundamentalmente para proteger a las víctimas, debido a su cercanía familiar.

También dio a conocer que a cinco de los seis hombres se les imputa el delito de violación de la menor de 16 años, y al restante, el delito de abuso sexual contra la misma víctima, apuntando a que las agresiones sexuales contra la adolescente comenzaron a ser perpetradas en 2006, cuando la víctima tenía solo 7 años de edad. Dos de los imputados las habrían cometido de manera reiterada.

"La Fiscalía tomó conocimiento de estos hechos a raíz de que la víctima adolescente había tenido ideas suicidas y fue ingresada por ello en el hospital Paillaco, donde develó los delitos que la afectaron", precisó Leal.