Marta Alicia Jaramillo Paredes, es una microempresaria del transporte escolar y de aves exóticas quien nació en Valdivia, el 6 de noviembre de 1952 como la penúltima de seis hijos del matrimonio conformado por un trabajador ferroviario y una dueña de casa.
Estudió en Las Ánimas toda la enseñanza básica y media, incluso el año que estuvo como interna, por problemas económicos de su familia.
Vivió hasta hace cinco años en Las Ánimas, momento en el cual se trasladó al sector de Cayumapu en la salida norte de Valdivia, lugar en el que pertenece a dos agrupaciones de microempresarios y donde tiene una pequeña parcela en la que vive con su nieto de cuatro años, quien es su adoración.
¿Cómo era la vida de su familia?
Nosotros éramos tres hombres y tres mujeres, una de las cuales ya está fallecida, junto con mi madre y mi padre, quienes tampoco están con nosotros . Fue una vida muy sacrificada por lo que recuerdo, mantener a seis hijos no era fácil, menos con un sueldo de empleado ferroviario. Mi mamá tenía una pequeña huerta en la que plantaba arvejas y cosas así, que yo salía a vender para ayudarle a solventar algunos gastos del colegio.
Lo que sí recuerdo desde siempre fue el querer estudiar y salir adelante.
¿Cuáles fueron sus estudios?
-Estudié la enseñanza básica en la Escuela 17 de Las Ánimas, en una casa ubicada en la calle Bombero Reyes que ya no existe, y en el que la escuela cambió de nombre.
Cuando tenía como 10 o 12 años a mi hermano menor y a mí nos internaron por un año en un colegio, por los problemas económicos de mi familia. Y después, la enseñanza media la estudié primero en el Liceo Técnico, pero me vi en la obligación de trabajar, por lo que terminé mis estudios en el Liceo Comercial en la noche.
¿En qué trabajó durante el día en esa época?
Yo, desde los nueve años que hago deporte, en particular básquetbol, y me iba caminando a clases.
Caminando, vi un aviso de una fábrica de lanas, que necesitaba mujeres que midieran más de un metro 70 y yo que era bien alta, fui a preguntar, y me dejaron de inmediato y querían que comenzara de inmediato, pero yo ni siquiera había pedido permiso a mis papás, por lo que tuvieron que esperar por la autorización.
Comencé trabajando como auxiliar de aseo, pero luego me ascendieron a supervisora de las máquinas y supe la razón de la petición de la altura, que era que las máquinas eran muy altas, por lo que no todos podían manejarlas.
¿Y después de esa empresa, dónde trabajó?
Después, trabajé en el Hospital Regional de Valdivia por 20 años, pero aunque me gustaba, tuve que dejarlo porque mi hermana se enfermó y quería tener más tiempo para ella.
¿Entonces a qué se dedicó?
Yo me había comprado un colectivo, el que manejé por tres años, antes de comprarme un segundo vehículo al que le puse chofer y con el tiempo, una amiga me ayudó a cambiar los colectivos por un furgón escolar, el que manejo hasta el día de hoy, con mucha clientela.
Básquetbol
Para Marta Jaramillo, una de sus pasiones es el básquetbol, deporte que jugó desde los nueve hasta los 45 años, en las diferentes categorías, incluso llegó a ser seleccionada regional.
Cuénteme un poco de su experiencia con el deporte
Yo jugaba como pivot, desde que estaba en la escuela, porque soy muy alta y siempre lo fui. De hecho siempre me estaban pidiendo los clubes deportivos y las instituciones para que jugara por ellos.
Jugué competitivamente en muchas categorías, hasta senior.
Ahora ud. es microempresaria de aves exóticas, además de apicultora y agricultora.
Sí, pertenezco a dos agrupaciones de microempresarios, Agrupación de Fomento Productivo de Plaza Norte Cayumapu y Agrupación de Apicultores de Valdivia, en los cuales tenemos días de campo y desarrollamos proyectos para postular a algunos fondos para poder seguir creciendo.
"Pertenezco a dos agrupaciones de microempresarios, en los cuales tenemos días de campo y desarrollamos proyectos para seguir creciendo." "Desde los nueve años que hago deporte, en particular básquetbol, y me iba caminando a clases."
Marta Jaramillo, Microempresaria
Criadora de aves exóticas
Como usuaria de Indap y Prodesal, Marta Jaramillo busca destacarse del resto de los microempresarios, por lo que tiene actualmente una parcela con una huerta con productos como tomates, papas y otras hortalizas, además de aves de corral y otras más sofisticadas como pavos reales, palomas mensajeras, palomas italianas y gallinetas, las que vende al público en su parcela y en los días de campo del sector de Cayumapu en el que participa con la agrupación a la que pertenece.
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