2016 sería un buen año para agricultura
Analistas, autoridades y dirigentes gremiales tiene optimismo para el sector. En la región, esta es una buena noticia. Pese a las cuentas alegres, es necesario no olvidar algunas señales inquietantes vislumbradas durante 2015, que podrían afectar la actividad.
Aunque las proyecciones generales para el país en materia económica son negativas; en el mundo agrícola existen buenas perspectivas. En diversos medios de comunicación, tanto el ministro Carlos Furche, como analistas del rubro y los dirigentes de diferentes gremios, han expresado públicamente su confianza en que 2016 puede ser muy positivo para el sector.
Factores como el alza del dólar y la apertura del gran mercado chino para los productos agroalimentarios nacionales, estarían entre las razones para ese optimismo. Y se habla incluso de que la agricultura con orientación a las exportaciones será el puntal económico que mantenga la estabilidad nacional, en un año marcado con grandes variaciones negativas para la minería, por ejemplo.
Para la región, estas son excelentes noticias, pues la agricultura es uno de los principales pilares de desarrollo local. Según cifras del Banco Central el 13% del PIB regional se encuentra ligado al sector y un 22% del empleo local (INE) está vinculado a la actividad del área.
Por lo mismo, la región posee una política regional de desarrollo Silvoagropecuario y está trabajando con esfuerzos públicos y privados conjuntos, para generar herramientas que potencien la competitividad, la producción sustentable y la asociatividad. El centro de investigación que se construirá en Máfil tiene este objetivo y deberá aportar herramientas de innovación en el rubro.
Una buena gestión en un mejor escenario, sin duda debiera dar frutos positivos.
Sin embargo, pese a las cuentas alegres, es necesario no olvidar algunas señales inquietantes vislumbradas durante 2015, que podrían afectar la actividad. La reforma laboral genera algún grado de incertidumbre respecto del trabajo temporal en el campo; las normas proteccionistas de otros países exportadores pueden afectar los mercados internos, especialmente al lácteo; la violencia registrada en La Araucanía tiende a trasladarse hacia el sur y es necesario reforzar medidas de seguridad y estrategias de diálogo pacífico en Los Ríos, para prevenir eventuales conflictos.
Esos temas no son menores y es preciso atenderlos para que los buenos augurios, se hagan realidades.