La Fiscalía Nacional Económica (FNE) presentó ayer un requerimiento contra varias cadenas de supermercados, por haber acordado fijar, a través de sus proveedores, un precio mínimo de venta de carne de pollo fresca, al menos entre 2008 y 2011, restringiendo la competencia en este mercado.
La acción judicial fue presentada ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) y apunta contra Cencosud, Walmart y SMU (Unimarc). Asimismo, el ente persecutor solicitó multas por 30 mil UTA (US$ 22,9 millones) por cada firma.
De acuerdo con el requerimiento, la investigación tuvo su origen tras el caso del cartel de pollo entre Agrosuper, Ariztía, Don Pollo y la Asociación de Productores Avícolas.
El documento señala que, en virtud del acuerdo, los supermercados estaban impedidos de vender carne de pollo fresca por debajo del precio de lista mayorista más IVA y que la coordinación entre las requeridas se dio a través de los proveedores.
En su acusación, la FNE plantea que las cadenas "adhirieron conscientemente a un esquema común que sustituyó los riesgos de la competencia por una cooperación práctica entre ellas", con el objetivo de "regularizar el mercado" y "evitar guerras de precios".
La investigación
Este mecanismo quedó al descubierto en la investigación realizada en el denominado caso pollos, fallado recientemente en última instancia por la Corte Suprema.
A partir de los indicios detectados en esas pesquisas, el 14 de diciembre de 2011 se llevó a cabo la entrada, registro e incautación en dependencias de los actores de la industria supermercadista.
En esa diligencia fue posible recopilar diversos antecedentes (contenidos en equipos computacionales y respaldos de correos electrónicos) que, según la FNE, dan cuenta de los contactos sostenidos entre ejecutivos de las cadenas de supermercados y de las empresas proveedoras de pollos.
Los documentos revelan que los primeros reclamaban por vía telefónica o por e-mail ante los segundos cuando detectaban que otra cadena se desviaba del acuerdo de no vender bajo el precio de lista mayorista.
El objetivo de estas gestiones era que los proveedores actuaran como intermediarios, alertando a la otra cadena sobre el incumplimiento para que se ajustara a las directrices acordadas. Para que el acuerdo funcionara, las cadenas requeridas monitorearon constantemente los precios de venta a público de la carne de pollo fresca de su competencia, tanto a través de personal interno como por medio de empresas externas contratadas para ese fin.
La FNE señaló que el acuerdo confirió a las cadenas poder de mercado suficiente para garantizar un precio mínimo de venta para la carne de pollo fresca. Esto se refleja en que las tres requeridas, en conjunto, alcanzaron en 2011 el 91,2% de participación en las ventas de pollo fresco en el canal supermercadista.
2008 y 2011 es el periodo en que, según la FNE, Cencosud, Walmart y Unimarc se coludieron en el mercado de los pollos.
US$ 22,9 millones
es la multa que el FNE solicita para cada firma denunciada.