Día Internacional de la Mujer
El 8 de marzo es una fecha oportuna para reflexionar sobre la realidad que vive la población femenina del país y la región. Llevar la igualdad a la vida cotidiana, sin embargo, no es algo fácil de lograr. Barreras sociales arraigadas se mantienen y expresan en acciones, palabras...
Hoy se conmemora un nuevo Día Internacional de la Mujer y habrá celebraciones, homenajes y múltiples discursos. Es una fecha propicia para hacerlo. Pero también para mirar la realidad que enfrenta la población femenina, la cual representa más del 52% del total de los habitantes de la región y el país.
La primera reflexión al respecto debe partir, precisamente, por ese porcentaje. Las mujeres no son una minoría con características especiales (en Los Ríos suman casi 180 mil); sin embargo, gran parte de los temas relacionados con ellas son abordados como si lo fueran. Y, por lo mismo, toman carácter de "concesión" y no de respeto en igualdad de condiciones.
Lamentablemente, esa es una realidad que se repite. En atención a ella, la Organización de las Naciones Unidas ha convocado a sus estados miembros a celebrar este 8 de marzo bajo el lema: "Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de género". La frase alude a acelerar la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, en la cual la participación de mujeres y niñas resulta primordial, para superar la pobreza, cuidar el medioambiente, mantener la paz, erradicar la violencia y respetar los derechos humanos de todas las personas, sin importar su género.
Llevar tal igualdad a la vida cotidiana, sin embargo, no es algo fácil de lograr. Barreras sociales arraigadas se mantienen y expresan en acciones, costumbres e incluso las palabras que se emiten y que es preciso revisar. Sin ir más lejos, los comentarios surgidos para explicar el asesinato de dos jóvenes argentinas porque pasaban días de vacaciones "solas" (sin la compañía de un varón) en una playa de Ecuador, son un ejemplo de los juicios negativos tácitos que penden sobre las mujeres y el ejercicio de sus derechos.
Otras muestras se viven a diario con la desigualdad de salarios -la OIT ha señalado que solo podría variar en 70 años, si hay voluntad- la asignación de tareas domésticas a las hijas y no a los hijos, la baja participación en la fuerza laboral y la escasa presencia en espacios de decisión.
Mirar esta realidad es necesario siempre. Pero en el Día internacional de la Mujer, resulta imprescindible.