Ser región fue el gran sueño de Valdivia por muchos años. Trabajamos arduamente para conseguirlo, con la convicción que sería la base para lograr nuestro crecimiento y desarrollo. Una región con un gran potencial turístico, forestal, pesquero, académico y agrícola, por citar algunos. Donde cada uno, por si sólo, permitiría atraer capitales e inversiones.
A la fecha los indicadores muestran un retroceso, no logramos ponernos de acuerdo en el modelo de región que queremos y cuales son la líneas de desarrollo que deseamos impulsar. El resultado de nuestra situación económica no es fruto de la casualidad. Tenemos tantas ideas que no logramos concretar y entonces, responsabilizamos al centralismo, las autoridades, la situación económica del país, etc. Buscamos que nuestros legisladores intercedan en busca de soluciones, pero ellos están en otras tareas, probablemente sólo con un acento regional.
El problema no es ausencia de proyectos de inversión, ya que la mayoría están detenidos por alguna razón; tampoco de falta de fondos públicos, ya que los asignados difícilmente es posible utilizarlos en su totalidad; menos aún ausencia de profesionales, tenemos cuatro universidades y sumado a todo esto, un entorno que nos permite una calidad de vida envidiable.
Entonces deberíamos revisar ¿qué pasa con los liderazgos?. En este momento de descrédito generalizado de las funciones públicas y privadas, ¿quién puede aunar voluntades y guiar los esfuerzos por el camino correcto? ¿Quién puede abstraerse de las miradas de corto plazo, de las próximas elecciones municipales o ser seducido por conseguir alguna cuota de poder, condiciones que en nada contribuyen a la solución del problema?
Las preguntas que podemos hacernos son: ¿Quién está pensando en la Región de los Ríos de veinte o treinta años más? ¿Cuál es la identidad que deseamos? ¿Cómo consolidamos una región de las ciencias, la cultura, el conocimiento y la creatividad, sin un sesgo contra la industria tradicional? ¿Cómo retenemos a los cientos de profesionales que se titulan de nuestras universidades e institutos, cada año? ¿Cómo mejoramos la productividad de nuestra industria local? ¿Quién apoya la innovación? Todos temas de la mayor importancia, ya que son precisamente los factores que pueden diferenciarnos y convertirnos en una Región Modelo.
Rodrigo Echevarría Rodríguez Presidente Cámara de Comercio e Industrias