Siendo un parlamentario oficialista, puedo ser capaz entender que por distintas razones -principalmente por las dificultades económicas internacionales- no se ha podido cumplir con el compromiso presidencial de mejorar las pensiones. Sin embargo, he sido muy crítico de las condiciones a las que se someten los adultos mayores para cobrar su escuálido cheque mes a mes.
Esta situación se agrava avanzando hacia el sur de Chile, donde tenemos un clima riguroso y difícil para los mayores.
Resulta indigno verlos haciendo fila por varias horas para llegar a un centro de pago que no tiene las condiciones mínimas para acogerlos, por lo tanto la fila se hace en la calle, sin asientos, sin un servicio higiénico. Estamos hablando de adultos mayores, para los cuales estas condiciones son mucho más complejas que para alguien con más resistencia corporal.
Además, no existe ningún tipo de seguridad en las afueras del local, por lo que muchos de ellos han sido presa fácil de "lanzas y cartereros" al salir.
Este es el pago de Chile a la gente que condujo y mantuvo nuestro país y que hoy, empobrecidos, ven la falta real de preocupación de nuestro Estado por procurarles, en justicia, una vejez más segura y digna…el resto "es cuento".
En las condiciones actuales, ya es impropio para un país de la OCDE como el nuestro, el que no tomemos decisiones que resuelvan o busquen resolver universalmente el sinnúmero de variantes e injusticias con que la historia de los últimos 50 años, ha construido el sistema previsional chileno, donde la palabra clave pareciera ser, desidia o incapacidad. Sino, revisemos los montos de las pensiones, o las prestaciones de salud, transporte, o respeto preferencial de cualquier adulto mayor, comenzando por el exiguo presupuesto del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), a cargo de los programas de apoyo directo a ellos.
En pocas palabras, les hemos estado diciendo a nuestros mayores que no son parte de las prioridades de Chile, y eso, a mi modo de ver, habla mal, de una u otra forma, de quienes somos parte de los que tomamos decisiones, o influimos para que se tomen.
Iván Flores García
Diputado de la República