El Casero del Libro, unidad dependiente de la Biblioteca Municipal Fray Camilo Henríquez, lleva tres años celebrando el Día Internacional de la Poesía, a través de los "Susurradores", quienes se encargan de leer fragmentos poéticos a los transeúntes de la Plaza de la República de Valdivia.
El lunes pasado, dieciséis usuarios del Casero del Libro recorrieron la plaza entregando versos de poesía, en donde cuatro de ellos eran los encargados de leer susurrando al oído de los transeúntes algunas lineas de destacados poetas locales, nacionales e internacionales, con el fin de acercar e interesar a las personas en la poesía.
Susurradoras
Algunas de las usuarias que lideran esta actividad realizaron un breve curso en el 2013, en donde la encargada del Casero del Libro, Irene Soto, enseñó a usuarias a susurrar, a respirar, a dar énfasis al texto poético, a tener una entonación apropiada, y a respetar los signos de puntuación, exclamación e interrogación.
La encargada, señaló que "para nosotras realizar esta tarea es algo sumamente gratificante. Las personas son súper receptivas, ellas se alegran. Además, se emocionan. Este año una persona hasta lloró oyendo un fragmento de poesía".
María Elena Mortecinos, lleva trabajando los tres años en esta actividad, y comentó al respecto que "esta es una idea que comenzó en Francia, y hemos tratado de hacerlo bien. Para mí, la poesía es fluida, romántica". Agregó que "a mi me gusta mucho realizar esta tarea, me encanta todo lo que es poesía y el contacto con las personas. Este año noté que no todos conocían Día Internacional, pero aun así nos recibían muy bien, se quedaban oyéndonos".
Otra de las susurradoras, Marisa Lancapichun, destacó que "esto para mi es un hobby, me gusta mucho, es entretenido. Yo he estado los tres años participando de esta actividad, y he visto como las personas, una vez que tu les susurras una poesía al oído quedan agradecidas y felices".
Instrumento
El tubo por el cual se susurran los versos, son de aproximadamente un metro y medio de largo, hechos de cartón, y cada persona se encarga de decorar su instrumento susurrador, en donde según Irene Soto "todos han impreso en los tubos, sin querer, su personalidad. Cada susurrador es personal, si hay personas que quieran sumarse a la iniciativa deben crear su propio tubo".
Los interesados en ser susurradores pueden participar, acercándose al local #204 del Mercado Municipal.
"Para nosotras realizar esta tarea es algo sumamente gratificante y este año las personas fueron receptivas, se alegraban de oirnos".
Irene Soto, Encargada del "Casero de Libro"