Con 15 años y siendo aún de la categoría cadete A, Christopher Sebastián Ojeda Ampuero fue la revelación del seleccionado chileno en el pasado Sudamericano de remo, al transformarse en campeón con el cuádruple par juvenil.
El joven, estudiante del Liceo Luis Moll Briones, milita en el Club de Remeros Arturo Prat, y fue nominado junto a otros de sus compañeros que también lograron medallas, tal como Selim Echeverría, Javier Ríos, Luciano Greco y Patricio Barrera.
Ojeda fue el más joven de los seleccionados nacionales y campeón en un bote en el que a Chile no siempre le va bien. La tripulación del cuádruple la integraron el valdiviano Javier Ríos, el puertomontino Eber Sanhueza y el porteño Daniel Poo. Chile cruzó primero la meta, segundo fue Uruguay y tercero Argentina. Un éxito que para este joven significaron seis semanas de esfuerzo, sufrimiento y mucho compañerismo.
¿Cómo empezaste a practicar remo?
Empecé hace tres años. El ex administrador del club, Marcelo Rojas, me motivaba. Mi papá también me decía que hiciera remo, pero a mí no me gustaba, me lo pasaba encerrado en mi casa jugando en el computador. Mi papá me retaba, hasta que un día me obligó a venir al club.
¿Te costó ambientarte?
Sí. Yo venía obligado acá.
¿Y cuándo cambiaste de opinión?
Cuando gané mi primera regata en el Nacional de 2013 en un cuádruple par. Igual me gustó el entrenamiento, quería ponerme más fuerte, quería remar bien. Así me empecé a motivar.
¿Cómo fue la vivencia de ganar el Sudamericano de remo?
Nunca esperé ser campeón sudamericano juvenil. Ni siquiera soy de la categoría juvenil. En la partida estaba súper nervioso, no podía controlar mis nervios. Mi compañero Eber (Sanhueza) nos decía que nos calmemos y que hiciéramos una buena regata. Ahí traté de controlarme un poco y esperé hasta que dieran la partida. Cuando partimos sentí muy bien la partida del bote y en los primeros mil metros se me empezó a revolver el estómago y las piernas ya no las sentía. En los últimos metros, cuando ya íbamos arriba yo sentía que me iba a morir, iba súper mal. Ya no sentía nada de mi cuerpo, sólo cerré los ojos.
¿Y cómo te sentiste cuando pasaste la meta?
Me sentí bien, me alegré. Mis papás están orgullosos de mí.
¿De dónde se saca la fuerza para soportar un entrenamiento que es fuerte?
No sé. Cada remero tiene su mentalidad. La mentalidad que tengo ahora es que cada día debo superarme más.
¿Cómo te sentiste cuando te nominaron a la selección juvenil de remo?
Me sorprendió.
¿Qué te gustaría hacer de ahora en adelante?
Quiero seguir adelante y ver si me vuelven a llamar a la selección. El otro año paso a la categoría juvenil .
¿Crees que el remo te ha enseñado algo para tu vida?
Me ha enseñado acerca del trabajo en equipo, del respeto entre los compañeros, el esfuerzo, el sacrificio y el orden. Creo que cada una de estas cosas las he ido asimilando de a poco, a veces con llamadas de atención.
En el camino de la disciplina
Christopher Ojeda expresó que el Sudamericano fue una verdadera fiesta para el remo nacional y dijo sentirse feliz de poder compartir ese momento con sus compañeros del Arturo Prat que también fueron nomimados a la selección. El joven reconoció que no es alumno ejemplar, pero que siente que gracias a su contacto con el remo le ha ayudado a ser más disciplinado y preocupado de sus deberes. Actualmente Ojeda realiza los cursos de primero y segundo medio en el Liceo Luis Moll Briones y alterna con su entrenamiento.
"Mi hermano David Ojeda es uno de los que me motiva. Él también fue campeón sudamericano hace unos años". "Ganar el Sudamericano fue una gran emoción para toda la selección".
Christopher Ojeda, Remero