Romina
Garrido
Jefa de
carrera
técnico en
Podología, CFT Santo Tomás
Las enfermedades de los pies son importantes, ya que repercuten en nuestra vida y son una fuente de sufrimiento. Ponen en peligro la independencia y la autonomía de las personas que las sufren, es especial, si se trata de personas mayores.
Los problemas comunes de los pies resultan de algunas enfermedades, las que son originadas por causas como los años de desgaste; el uso de calzado inapropiado; cambios en la piel por insuficiencia sanguínea; mal cuidado de las uñas; disminución de la sensibilidad; la obesidad o por una enfermedad incapacitante.
Por esto, el cuidado de los pies es vital, desde la infancia. Para saber de qué forma podemos tener un adecuado cuidado, entregamos las siguientes recomendaciones: Lavar los pies todos los días con agua y jabón y secarlos meticulosamente con toalla suave de algodón, especialmente entre los dedos.
Usar crema para humectar la piel y prevenir fisuras. No se coloca crema entre los dedos pues favorece la aparición de hongos y bacterias.
También, hay que usar medias o calcetines limpios, en lo posible de fibras naturales: algodón en el verano y lana en el invierno.
No usar medias zurcidas o rotas, con costuras, ajustadas u holgadas. No usar ligas, pues impiden la buena circulación sanguínea; Toda lesión en el pie debe ser evaluada, especialmente en personas diabéticas, quienes no deben usar antisépticos fuertes, ni callicidas.
Lo ideal es usar zapatos cómodos que calcen bien puede prevenir dolencias del pie. En lo posible usar calzado de cuero, de punta redonda, que permita el movimiento de los dedos y no utilizar calzado en desuso.
Las micosis ungueales suelen ser de difícil solución, pues necesitan de un tratamiento sistémico por períodos de hasta más de seis meses.
Para evitar las uñas encarnadas, éstas se deben cortar dejando el borde recto y alineado con la parte superior del dedo.